Espigado, pelo y barba al detalle, brazo tatuado y fuera de hábitat con tanto medio de comunicación alrededor. El lateral zurdo Adrián Jiménez (Madrid, 1-XII-1992) fue presentado oficialmente ayer como futbolista del Hércules doce días después de que el propio club lo anunciara. En estas casi dos semanas el jugador, que terminó el pasado curso en el filial del Atlético, ha ultimado su puesta a punto y Nani, su más inmediato competidor, defiende el «3» con uñas y dientes.

«Ha sido un verano largo, me he ejercitado con un entrenador personal para llegar lo mejor posible al club», confesaba un Jiménez que dejó exclusivamente la decisión de jugar en manos de Planagumà: «Me encuentro bastante bien, a disposición del míster».

Su fichaje es una apuesta clara para reforzar un puesto de lateral izquierdo del que se adueñó por sorpresa este verano el joven Nani, procedente del Villarreal C y con un único partido de experiencia en Segunda B. Sin embargo, Portillo aclaró ayer que la principal «ventaja» de Adrián es su versatilidad: «Es un lateral muy físico, potente y con un gran juego aéreo, un perfil distinto a lo que teníamos en temporadas anteriores». Fue en el Toledo cuando Onésimo reconvirtió a este defensa central de 1,87 metros a lateral. «Empezó a colocarme ahí y desde entonces he sido fijo ahí en todos los equipos», aclaraba el jugador, que visitó el Rico Pérez en la 15/16 en el «play-off» de ascenso.

El verano pasado el Elche lo reclutaba para la que a la postre sería la temporada del ascenso, aunque Adrián decidió salir en enero del conjunto franjiverde: «Fue una decisión personal, preferí irme al Atlético y ni me arrepentí en su momento ni desde luego lo hago ahora».

El Hércules persiguió su contratación este verano, un movimiento que terminó de fructificar cuando Portillo y Planagumà se pusieron en contacto con él personalmente: «Tenía opciones de otros equipos de Segunda B, pero no lo dudé».

«Espero alcanzar con el Hércules el play-off y luego a ver dónde podemos estar porque que el club juegue en Segunda B es una desgracia», culminó el jugador.