Vivió épocas mejores y también años de olvido, pero el Ciudad de Alicante cumple esta tarde veinticinco ediciones. Enfrente estará el Real Murcia, también de Segunda B como el Hércules, pero al torneo le dio caché el Real Madrid, que hizo de su visita al Rico Pérez un clásico de la pretemporada. Los blancos disputaron el trofeo en ocho ocasiones entre 1990 y 2002 y son el equipo que más títulos tiene; en total, una decena. El último, conseguido en 2010, cuando un Hércules recién ascendido a Primera decidió reflotar un torneo abandonado durante ocho años.

En 2001 Florentino volvió a romper el mercado con el fichaje de Zidane y Alicante fue el lugar elegido para que el astro francés debutara sobre territorio español. El rival no fue el Hércules, sino el Montpellier y el Real Madrid se embolsó el trofeo gracias a un solitario gol de Guti. Fue una de las cuatro ocasiones en las que el Hércules no participó en el torneo.

KO a un campeón europeo

Los inicios fueron ante tres rivales exóticos (Peñarol en 1984, Universidad Católica en 1985 y Cruzeiro en 1986) y a la cuarta llegó el Barça, que asaltó rotundamente el Rico Pérez con un 0-6 guiado por el fino Schuster. Al año siguiente, en 1988, y con el Hércules por primera vez en Segunda B, aterrizó el Bayer Leverkusen, flamante campeón de la UEFA ante el Espanyol de Clemente. Los blanquiazules, en los penaltis, derrotaron a los alemanes con la presencia del secretario de Estado para el Deporte en la grada. No fue la última vez que políticos de alto cargo visitaron el Ciudad de Alicante. En 1990 Inocencio Arias y el viceprimer ministro francés tampoco se perdieron la primera visita del Real Madrid.

Por entonces, el hotel Sidi se convirtió en el campamento base de los merengues y la arena de la playa de San Juan, en un campo de entrenamiento improvisado. Para el recuerdo también quedó el gol de Eduardo Rodríguez en la edición de 1996 desde 35 metros a Molina, que llegó con un Atlético recién proclamado campeón de Liga.

El torneo también tuvo momentos tensos e incluso disparatados y la edición de 1998 aglutinó ambos. La facción más violenta del Hércules pinchó todas las ruedas de los coches con matrícula de Madrid que vio en los alrededores del estadio y Hiddink tuvo que dar la rueda de prensa tras el partido a oscuras y de pie por una sucesión de despropósitos en las instalaciones. Veintinco años dan para mucho.