El XXV Trofeo Ciudad de Alicante se queda en casa. El Hércules de Lluís Planagumà venció dos a uno al Real Murcia en un partido que abrió la lata el delantero Carlos Martínez antes de la media hora. El ariete catalán recibió un envío en la frontal de Pol Roigé, tras una kilométrica subida de Juanjo Nieto, y colocó con mimo el balón en el interior de la red con un disparo con el interior.

El 0-1 fue el primer latigazo que soltó el Hércules en el primer tiempo; el segundo lo protagonizó el camerunés Emaná con un zurdazo que repelió acertadamente el meta pimentonero Tanis. Con más ahínco que tino, los blanquiazules llegaron al descanso con ventaja y con la sensación de que el equipo se fía de su solidez defensiva y de sus rápidas transiciones, aunque echa de menos un jefe en la medular.

Tras el descanso, el Murcia se adueñó del balón y merodeó más de la cuenta el área local. Los cambios, en especial el del canterano Pedro Torres, que pide a gritos una alternativa de plaza llena, resucitaron al Hércules. Torres se aprovechó de una mala cesión de un zaguero pimentonero y soltó un derechazo raso que sentenciaba el choque. Antes del pitido final, Palazón recortaba distancias con un zapatazo al que Ferri no pudo hacer nada. Carlos Martínez, ovacionado tras ser cambiado, se erigió como el mejor jugador del partido y el Hércules evidenció que el mediocentro que buscan no es un capricho.