Dos brumas sobrevuelan esta pretemporada el Rico Pérez. Una palabra tabú -el ascenso- y un recuerdo que olvidar -la decepcionante temporada 17/18-. Ninguna de ellas, sin embargo, las esquiva el mediocentro alicantino Paco Candela. Claro, cercano e ilusionado. A falta de 10 días para el inicio de la ambiciosa 18/19, repasa errores pretéritos, hace autocrítica, alaba al nuevo míster blanquiazul y mira optimista al futuro.

"Este año veo otro ambiente, hay actitud y una energía muy buena respecto al año pasado. Planagumà sabía en qué nos habíamos equivocado y conocía el clima de desánimo que había por no haber conseguido lo que queríamos", se sinceró un pivote alicantino que no recordó la importancia anímica que deparan los resultados, por obvio que parezca. "El año pasado acabamos cansados y desanimados, los resultados marcan mucho, pero nos ha venido muy bien desconectar este verano".

El crevillentino elegió el sistema de trabajo del nuevo técnico del Hércules y dio por sentado que llegará un nuevo hombre para completar el medio del campo, a pesar del revés de Chavero. "La metodología del míster provoca que estemos alegres, que haya competitividad y que el día a día sea más llevadero, aunque siempre exigiéndonos el máximo", reconoció Candela. "A Planagumà le gusta tener el balón, hacemos mucha dinámica de grupo; es algo moderno respecto a otros entrenadores, nos aporta algo diferente que necesitábamos, más frescura". Renovada al completo la medular que inició el curso pasado, Candela (que aterrizó en Alicante en enero), tuvo buenas palabras para sus buenos compañeros: "Diego Benito tiene mucha calidad, dinamismo con el balón y nos aportará mucho juego entre líneas; Alvarado es potencia y tiene un buen desplazamiento". Además, no obvió que falta un último perfil para la sala de máquinas: "Es evidente que hay que tener dos hombres por puesto y de diferentes características. Todo lo que venga para mejor, bienvenido".

En el capítulo personal, Candela reconoció que llegó con "ilusión" en el mercado invernal, pero que poco a poco se fue desvaneciendo: "Al principio aporté cosas, pero luego con el cambio de técnico se genera un ambiente raro porque mientras te adaptas a lo que quiere... Este año quiero mantener mi 100% de exigencia y aportación al equipo".

El ascenso, en mente

"Para mí devolver al Hércules a Segunda es un reto, no puede estar en Segunda B más tiempo", confesó un Candela que desveló que las nuevas incorporaciones ya saben la exigencia de la entidad. "Los que vienen son jugadores que quieren ascender porque su deseo es promocionarse y mejorar año tras año y este club es perfecto para ello".