Stephane Emaná ya ejerce de herculano. El delantero camerunés asume la responsabilidad de cargar con el peso del nueve en un club en el que ese dorsal no acostumbra a salir bien parado en las notas de final de curso: "El reto de la presión añadida es bueno para un futbolista que quiera crecer, que no se quiera acomodar. Yo lo asumo, no me da miedo, por eso he aceptado la oferta", reconoce el futbolista africano.

"Queremos lograr el ascenso al final de temporada, pero hay que ir paso a paso. Asegurar primero la permanencia y luego intentar terminar lo más arriba posible. Un club con tanta historia como el Hércules no puede aspirar a otra cosa que no sea la de estar en el fútbol profesional, que es donde se merece por nombre, por ciudad y por afición", enumera Emaná en su presentación oficial ante los medios.

A su lado, Javier Portillo, consciente de que de la suerte de su flamante nueve será, en buena medida, la del proyecto, no duda en ensalzar sus atributos como referencia ofensiva blanquiazul: "Tiene unas condiciones impresionantes, es un jugador puro de área que nos tiene que dar mucho en ataque", avisa el director deportivo.