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Una pretemporada eterna

El Hércules de Planagumà arrancó su preparación estival antes que en cualquiera de sus cuatro precedentes recientes en 2ªB

David Torres, Nani, Carlos Martínez, Álvaro Pérez y Juli durante un entrenamiento de esta pretemporada en el Joaquín Villar. Héctor Fuentes

Ya no es sobre gradas de cemento pero la dureza es la misma, ya no hay cuestas del Castillo de San Fernando pero las piernas pesan igual, ya no hay concentraciones en Boltaña ni partidos amistosos por compensación de fichajes pero la pretemporada sigue azotando a los jugadores del Hércules. Este año, si cabe, más todavía porque los blanquiazules afrontan una preparación maratoniana.

El estrépito consumado en la 17/18, que terminó oficialmente el 13 de mayo, y el tardío inicio de la Liga en Segunda División B para la 18/19 han propiciado que el Hércules vaya a estar 104 días sin competición oficial. Todo un mundo. Liberado de un bloqueo económico e institucional que sí sufrió el último verano, el Hércules de Planagumà arrancó la pretemporada el pasado 9 de julio, antes que en cualquiera de sus cuatro precedentes recientes en esta etapa en la división de bronce. Sin ir más lejos, en la 16/17 la plantilla comenzó a sudar el 18 de julio y en la 14/15, el día 21.

Los tiempos han cambiado, pero la urgencia por retornar al fútbol profesional apremia cada vez más. Eso lo saben Portillo y Planagumà y el equipo ya está perfilado al 80%, pese a que hasta el 25 de agosto la competición no abrirá fuego. Será en el Rico Pérez ante el Ontinyent, aunque para entonces todavía quedan tres semanas enteras de preparación.

Más amistosos que nunca

En estos 20 días con Planagumà al mando el Hércules ya ha disputado seis partidos amistosos, los mismos que en el verano de 2017, 2016 y 2014; y uno más que en toda la pretemporada de 2015. La lista engordará el próximo día 15 con la visita del Real Murcia de Miñano para el trofeo Ciudad de Alicante y seguramente con otro más porque para el inicio de Liga aún quedarían diez días, pero la idea de la secretaría técnica y del entrenador es que el equipo dosifique y prueba de ello es que Planagumà otorgó por vez primera en lo que va de verano dos días de descanso a la plantilla tras el partido del sábado en La Nucía. El equipo regresa mañana martes a los entrenamientos.

En total, 26 sesiones de entrenamiento superadas en 28 días de pretemporada; una carga que hace mella y que los futbolistas entienden con resignación. «Está siendo larga intensa y dura, hay muchos conceptos nuevos y un entrenador y muchos jugadores que acaban de llegar. Para acoplar todas las piezas e ir mecanizándolas como toca sólo queda que seguir trabajando», afirmaba el capitán Chechu Flores la semana pasada. «Estamos contentos principalmente porque no hay lesionados, tocamos madera», se congratulaban el extremo jienense y el técnico Planagumà.

Los fichajes, al caer

La dirección deportiva trabaja contra reloj para oficializar esta semana dos fichajes, el del lateral izquierdo y el del mediocentro. Ambos ocuparían las dos fichas profesionales que quedan todavía por cubrir. Paralelamente, una de las opciones que barajaba Portillo para el carril zurdo, Carlos Peña, que había disputado la pasada temporada en el Lorca de Segunda División, firmó ayer por el FC Goa indio al que entrena el español Sergio Lobera.

El único futbolista de la primera plantilla que todavía no ha debutado en los seis partidos de pretemporada (amén del extremo Pedja, operado y lesionado de larga duración), es el delantero canterano Tarí, que aún arrastra unas molestias en el tobillo que le impidieron jugar el tramo final de la pasada temporada.

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