Dos minutos le bastaron ayer a Carlos Martínez en La Nucía para desviar la trayectoria de las críticas sobre la ineficacia goleadora de los delanteros en pretemporada. Un gol de pillo en el área tras una salida temeraria del portero Óscar en un saque de esquina abrió una lata que ya había tentado unos segundos antes con un remate a bocajarro.

El Hércules, como ya hiciera el miércoles en Orihuela, comenzó arrollador y completó un primer tiempo más fiable, de menos ida y vuelta, y con un once que gana enteros para iniciar la Liga dentro de tres semanas. Planagumà probó con Diego Benito y Alvarado en la medular, con Chechu de nuevo en un costado y con Carlos Martínez por detrás de David Torres. Liberado de labores sordas y cada vez en mejor estado de forma, Carlos pudo ampliar su cuenta goleadora antes del descanso y dejó detalles que evidencian que es mucho más que un «9». El ariete barcelonés fue despedido entre aplausos por la afición desplazada al Camilo Cano.

Al descanso el Hércules se fue con ventaja gracias a un gol del joven lateral zurdo Nani, que empujó en el segundo palo un envío de Juanjo, su homólogo en el carril diestro, habilitado por un sutil toque de Salinas, que partió como titular tras sus buenos minutos en Los Arcos. Tras la reanudación, el Hércules, un poco más zarandeado sin el colombiano Alvarado en la sala de máquinas, perdió la manija pero amplió su ventaja con un gol de Roigé después de que Juli se guisara una jugada que no tenía visos de llegar a buen puerto.

Portillo espera cerrar la próxima semana dos incorporaciones y agilizar la llegada del delantero.