Carlos Martínez, fichaje estrella del Hércules hasta el momento y delantero que ha promediado 15,5 goles por temporada en Segunda B, cuenta los días para debutar en el Rico Pérez. «Es el estadio más bonito del grupo con diferencia. Cuando venía con el Olot me hacía fotos y ahora quiero disfrutarlo, sentirlo y ver cómo apoya la afición», señala el ariete barcelonés, de 32 años, por quien el Hércules ha realizado una apuesta muy fuerte.

El director deportivo Javier Portillo intentó ficharle por todos los medios el pasado verano, pero fue imposible ya que la oferta del Tokio Verdi, de la segunda categoría japonesa, era irrechazable. Venía de marcar 20 goles con el Villarreal B y no dejó pasar el contrato de su vida. Aunque a toro pasado reconoce que la experiencia no fue buena, ni personal, ni deportiva: «No nos acoplamos bien a la vida allí, mi mujer y yo nos fuimos con un niño y otro bebé de 20 días, para la familia fue bastante complicado. Y deportivamente también fue un poco frustrante. Yo soy un jugador muy de vestuario, me gusta ese cachondeo diario, esa vidilla, y allí no la tenía. Además el equipo jugaba con un planteamiento muy defensivo y el entrenador (el español Miguel Ángel Lotina) me ponía de extremo. A mí me gusta estar en contacto con el balón y en esa zona sufría», reconoce Carlos Martínez.

El punta catalán, uno de los más cotizados de Segunda B, es consciente de las enormes expectativas que hay depositadas en su capacidad goleadora, ya que anotó 66 dianas en las cuatro temporadas que pasó entre el Olot y el filial del Villarreal. «Nunca me he puesto una cifra, los goles vienen solos con el trabajo. Yo seré feliz si al final de temporada cumplimos el objetivo y yo acabo con dos tantos y David Torres con 15», señala.

«Sé al club que vengo y lo grande que es, por esto me decanté por Alicante. Estoy donde quería estar», insiste Carlos Martínez, quien reconoce que las negociaciones con el Hércules fueron largas. Portillo y el técnico Lluís Planagumà llamaron con insistencia a su puerta hasta que se abrió. Ha firmado por dos años y asegura que puede jugar tanto de «9» como de segundo punta: «En el Olot jugaba como referencia y en el Villarreal B retrasé un poco mi posición, en el área es donde me siento cómodo y puedo cubrir las dos posiciones».

El delantero pide «unión» en el entorno del club para que el equipo «se haga fuerte en el Rico Pérez» y asegura que estaba «deseando» trabajar con Planagumà: «No lo conocía personalmente, sí de habernos enfrentado en muchas ocasiones, las referencias de él eran muy buenas y quería trabajar a su lado, estoy muy contento en todos los aspectos, con ganas de que el balón empiece a rodar».

Por su parte, Portillo afirmó que el catalán era el «objetivo prioritario» del Hércules (de hecho fue el primer fichaje que se cerró) y recordó que sumó más de 60 goles en sus últimas temporadas en Olot y Villarreal B. «Es un jugador diferente, con gran talento y mucho gol. Creo que va a hacer mejores a los compañeros», sentenció el técnico madrileño.