Dos meses después de que el Hércules dejara de competir, la planificación de la nueva plantilla va más lenta de lo esperado, ya que en todo este tiempo el director deportivo Javier Portillo solo ha incorporado a dos jugadores profesionales (el delantero Carlos Martínez y el extremo Pol Roigé) y a tres sub'23 (el portero Ferri, el central Álvaro Pérez y el lateral Nani). Ninguna de las caras nuevas cubre un vacío que cada temporada se hace más grande: el de la sala de máquinas.

Desde que el Hércules descendiera a Segunda B en 2014, ni Dani Barroso ni Portillo encontraron un organizador con jerarquía que llevara el peso de los partidos y mantuviera el nivel ante las urgencias endémicas que sufre este equipo en la categoría de bronce.

Los pivotes que más cerca estuvieron de conseguirlo fueron los canarios David González, en la temporada 14/15, y Yeray, en la 15/16. Y por momentos también cumplió el alicantino Miñano, que este verano hizo las maletas (rumbo al Murcia) pese a jugar una media de más de 33 partidos en las cuatro últimas temporadas.

Ahora Portillo tiene todo el trabajo por hacer en esta parcela del campo, ya que solo cuenta con Paco Candela como pivote defensivo. Deben llegar dos profesionales más y otro sub'23. Uno de los que está en la agenda del director deportivo, no como primera opción, es Diego Benito, que la temporada pasada disputó la promoción de ascenso con el Cartagena tras ser descartado por el Elche en enero.

Temporada 14/15

Dani Barroso debía hacer una plantilla nueva tras el descenso y apostó como pivotes defensivos por Carlos Lázaro y Fran González, este último petición de Pacheta. Como referente vino un Mikel Martins que fracasó estrepitosamente y también llegó el alicantino Miñano. La falta de un líder en la sala de máquinas era evidente y Barroso firmó en enero a Indiano, lesionado y suplido a su vez por David González. El veterano canario sí dio el nivel, «movió» al equipo a su son y le llevó a la promoción.

Temporada 15/16

David González no renovó porque dejó su fichaje para última hora y Barroso sí acertó de pleno con la contratación del canario Yeray González. Indiscutible con Manolo Herrero, al igual que Miñano, bajó mucho su rendimiento con Vicente Mir y acabaron como titulares los defensivos Albert Vivancos «Vivi» (llegado en enero por Indiano) y Juanma Espinosa.

Temporada 16/17

Barroso y Portillo no renovaron a Yeray y apostaron por la continuidad de Miñano y Espinosa. Y además ficharon a dos pivotes eminentemente defensivos como Checa y Omgba. El primero lo jugó todo con Tevenet y Luque pese a sus evidentes limitaciones técnicas y el segundo no se fue en enero por deseo expreso del entonces presidente Juan Carlos Ramírez y pasó la temporada prácticamente en blanco.

Temporada 17/18

Portillo intentó dar un lavado de cara a la sala de máquinas con la salida de Juanma Espinosa y Omgba, pero las novedades introducidas tampoco funcionaron en una de las peores temporadas que se recuerdan en el Rico Pérez. Miñano volvió a jugar sus 30 partidos de rigor, pero no dio el paso al frente esperado ni asumió el liderazgo que debía por galones en el vestuario. Aún así, fue de lo poco salvable. El director deportivo «pinchó» con la incorporación del chileno Nacho Navarrete, que acusó seriamente el salto del Granada B a un equipo con las exigencias del Hércules y nunca dio el nivel esperado. Algo similar sucedió con el internacional sub'19 Pepelu, cedido por el Levante, aunque en este caso la decepción fue mayor por las expectativas que había puestas en el dianense. Un Checa venido a menos se marchó en enero al Mérida (descendido a Tercera) y en su lugar vino el alicantino Paco Candela, otro mediocentro de perfil defensivo. Es el único que queda en la plantilla a día de hoy.