El presidente del Hércules, Quique Hernández, será recibido esta mañana, en València, por el jefe del Consell, Ximo Puig, y el director del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Manuel Illueca, con el mar de fondo de la posible sanción de 7 millones de Bruselas por recibir, en 2010, ayudas públicas en condiciones fuera de mercado.

Puig se reunió hace un mes con el presidente del Valencia, Anil Murthy, al que transmitió su respaldo en la idea del club che de dilatar el proceso y no pagar el 5 de julio los 23,5 millones con los que fue sancionado por Bruselas. Finalmente el Valencia no tendrá que desembolsar dicha cantidad en esa fecha ya que la semana pasada recibió la cautelarísima. El Hércules espera también esta resolución para la última semana de junio pero antes su presidente Hernández quiere trasladar a Puig su severa preocupación por la imposibilidad de hacer frente a esta multa en el caso de que no se estime su recurso de casación, en el que solicitaba la suspensión cautelar que sí fue concedida al Elche, ya que la entidad del Martínez Valero justificó ante Bruselas que había serio riesgo de liquidación de la sociedad. El Hércules siguió esa línea argumental y confía en que se paralice el proceso a la espera del juicio. Pero antes de que eso suceda debe llegar la cautelarísima después de Hogueras.

Hernández acudirá hoy a València acompañado por el director general blanquiazul Carlos Parodi y ambos intentarán convencer a Puig de la necesidad de pagar a plazos la multa de 7 millones en el caso de tener que hacerlo, algo que va contra la normativa europea, que deja claro que el desembolso debe ser inmediato y en efectivo. De no ser así, se procedería a la liquidación del Hércules, algo que los dirigentes blanquiazules tratan de evitar.