El director deportivo del Hércules Javier Portillo ya tiene la bendición de sus superiores, Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez, para construir el nuevo equipo, pero le toca empezar a hacerlo con toda la incertidumbre del mundo, ya que la amenaza de liquidación se cierne de nuevo sobre el club del Rico Pérez. El presidente Quique Hernández aseguró el lunes que la entidad tomará esta medida si antes del 5 de julio no alcanza un acuerdo con el presidente del Consell, Ximo Puig, para devolver a plazos la sanción de 7 millones que le impuso Bruselas por recibir, en 2010, ayudas públicas en condiciones fuera de merado.

Hernández, que ya antes de su intervención advirtió de que mandaría mensajes contradictorios, afirmó que Portillo tiene entre manos un proyecto «ambicioso e ilusionante», al tiempo que confirmó públicamente que el entrenador será el joven Lluís Planagumà, de 37 años.

El director deportivo reconoció ayer que la incertidumbre institucional no ayuda a la hora de convencer a los posibles fichajes: «Estoy intentando trabajar con normalidad porque los jugadores saben que Alicante es de las mejores plazas que hay en Segunda B. Los dueños están haciendo todo lo posible para no ir a liquidación, fichar así es difícil, pero el club está rodeado de buenos profesionales y estoy seguro de que lo van a solucionar. El míster ya lo sabia y firmó hace tiempo».

Portillo admite que hay piedras en el camino pero insiste en que la marca Hércules sigue pesando: «Es difícil, pero no imposible. Y tenemos el ejemplo de Planagumà, que firmó con nosotros pese a todo lo que rodea al club, eso dice mucho de su compromiso».

El director deportivo considera que el catalán, que la pasada campaña entrenó al UCAM Murcia y anteriormente a los filiales del Granada, Espanyol y Villarreal, es el técnico ideal para sacar al Hércules de Segunda B, categoría en la que militará por quinto año consecutivo. «Teníamos que ir a otros perfiles y es el hombre idóneo para intentar ayudarnos a salir del pozo», dijo Portillo, quien aseguró que la contratación del entrenador catalán era «la prioridad y la primera opción».

El exjugador de Aranjuez destacó de su nuevo entrenador la «metodología brutal de trabajo» y que es un gran conocedor del grupo, ya que recordó que tras su paso por los filiales de Espanyol y Villarreal acumula más de 200 partidos en la categoría. Portillo también destacó «la ambición y el hambre» de Planagumà y valoró que sus equipos siempre han intentado «proponer, sobre todo en casa». «Ha tenido plazas importantes para ir, pero nos ha elegido a nosotros, es un entrenador joven que quiere llegar a la élite y sabe que esta plaza puede ser la idónea para él. Ojalá podamos ir de mano y ayudarle entre todos», añadió el madrileño.

En cuanto al capítulo de bajas (hoy probablemente se hagan públicas), el director deportivo dijo tenerlas claras desde abril y admitió que el hecho de que 11 jugadores tengan contrato en vigor para la próxima temporada es un hándicap en la planificación. «Todo son problemas, pero cuando consigamos el éxito lo disfrutaremos más. No es fácil trabajar así, pero haremos todo lo posible por estar entre los cuatro primeros», explicó Portillo, quien reiteró que, en su opinión, la pasada temporada se confeccionó «un buen equipo» pese al fracaso deportivo que supuso no entrar en puestos de promoción ni de Copa del Rey.