Pese a ser dos valores tan aparentemente alejados, el Hércules y el Mundial tienen muchos nexos comunes. El más directo, sin duda, la edición de 1982 que acogió su estadio, un remodelado Rico Pérez a quien el torneo más prestigioso del fútbol dio nombre a una grada suya para siempre.

Pero la historia del casi centenario club y del Mundial es también la de sus jugadores, principalmente la de sus dos campeones, nada menos que Mario Alberto Kempes dos figuras protagonistas de la Argentina que tocó el cielo en 1978 y de la Francia de 1998. Ambas selecciones estrenaron estrella y ambos delanteros recalarían a posteriori, en el declive de sus carreras, en el Hércules. Al primero (que además había sido mejor jugador y máximo goleador del Mundial de 78) lo rescataría el club alicantino del fútbol sala y se erigió héroe en la salvación de la 84/85. El segundo no pudo evitar el descenso de la 10/11, pero dejó visos de haber sido uno de los mejores delanteros del mundo.

Pese a que hasta 35 futbolistas y entrenadores herculanos disputaron un Mundial, el único jugador que siendo jugador blanquiazul acudió a una cita fue el húngaro Sandor Müller, que defendió a su país en la edición de España 1982. El primer ex en hacerlo fue el paraguayo Eufemio Cabral, concretamente en 1986, tras haber defendido al club entre 1981 y 1984. Doce años más tarde del Mundial de México, otro ex presenció de cerca el mejor evento futbolístico del mundo. Fue el portero nigeriano Rufai, que había participado en la nefasta 96/97 del Hércules, y sería uno de los verdugos de la España en aquel 2-3 que dejaría fuera a las primeras de cambio al combinado nacional.

Los enigmáticos Ronald Gómez y Milan Osterc serían los futbolistas con pasado blanquiazul en el Mundial de 2002 y Abel Aguilar en el de 2014. En esta edición el colombiano volverá a acudir con la selección cafetera, pero junto a él otros dos exherculanos debutarán en un Mundial. El panameño Blas Pérez, con fugaz paso por Alicante en la 07/08, llega a Rusia con 37 años; y Gustavo Siviero, entrenador que comenzó la pasada temporada en el Hércules, forma parte del cuerpo técnico de Cúper en la selección de Egipto liderada por Mo Salah.

Del Mundial al Hércules

El guardameta Santoro fue uno de los fichajes más sonados del Hércules para su retorno a Primera en la 74/75. El argentino, que acababa de formar parte de la expedición albiceleste que cayó en segunda fase de la cita de Alemania 1974, recaló en Alicante. Treinta y dos años después, otro portero pero de mucho menos caché también llegó al Rico Pérez tras un Mundial: el togolés Agassa. Su rendimiento también dejó mucho que desear.

En 2010 el paraguayo Nelson Haedo Valdez fue unas de las guindas del Hércules para el ambicioso proyecto en Primera. El ariete mostró el mismo pundonor en el club que del que hizo gala en Sudáfrica, donde España sufrió para eliminarle.

Tomaszewski, el guardameta de la Polonia que quedó tercera en 1974, también lo disfrutó el Rico Pérez años después, como al hondureño Macho Figueroa y al exótico peruano Velásquez años después o a los veteranos Eladio y Fusté un poco antes.

Tres integrantes de la España que quedó cuarta en 1950 llegarían al Hércules como entrenadores una década después. Y Simón Lecue, participante en 1934, fichó por el club en enero de 1947, pero no llegó a debutar.