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Un mes sin respuesta de Hacienda

El Hércules solicitó el 3 de mayo una cita con Guillermo Barros, director de Recaudación, para negociar el calendario de pagos

El presidente Quique Hernández, junto al empresario Juan Carlos Ramírez, en la sala de prensa del Rico Pérez. álex domínguez

Pese a que el presidente del Hércules Quique Hernández se propuso que no se repitiera el bloqueo de hace justo un año por la deuda con Hacienda (4 millones) y el contencioso con Bruselas (7 millones), las semanas pasan y la situación es idéntica a la del curso anterior. La Liga acabó el pasado 13 de mayo (sin que el equipo de Visnjic se clasificara para la promoción ni para la Copa del Rey) y desde entonces el Hércules no ha realizado ningún movimiento en la plantilla. Únicamente el director deportivo Javier Portillo comunicó a Josip Visnjic que no seguiría como entrenador y, además, «castigó» a los jugadores con tres semanas de entrenamiento sin competición.

El acuerdo con el entrenador Lluís Planagumà está cerrado desde hace más de un mes pero el joven técnico, de 37 años, aguarda con impaciencia a que la planificación arranque para establecerse en Alicante y empezar a trabajar. Por un lado, el Hércules está pendiente de una reunión con Hacienda para establecer un calendario de pagos que salde la deuda de 4 millones. Por otra, el club busca un acuerdo con el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) para que se pueda fraccionar el pago de 7 millones en el caso de que el recurso de casación presentado ante Bruselas no prospere.

En el Hércules no entienden por qué Guillermo Barros, director de Recaudación, ni siquiera responde a las llamadas. Hace más de un mes, el pasado 3 de mayo, el club solicitó formalmente una cita y desde entonces no ha obtenido respuesta pese a la insistencia por parte de los dirigentes. Ante el inamovible silencio, el Hércules presentó, el 25 de mayo, de manera telemática una propuesta para devolver los 4 millones que incluía el desembolso inicial de un millón. Tampoco ha habido respuesta y cada vez parece más claro que no la habrá tal y como sucedió hace exactamente un año, cuando el club finalmente decidió, ya en julio, tirar por la calle de en medio y empezar a fichar para hacer un nuevo equipo (Gustavo Siviero firmó una semana antes del inicio de la pretemporada).

Esta temporada Hacienda ha embargado todos los ingresos que llegaban a la caja blanquiazul y la deuda se ha reducido porque ahora está mínimamente por debajo de los 4 millones.

El problema que realmente quita el sueño a Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez es la sanción de 7 millones de Bruselas. El Hércules presentó hace dos semanas un recurso de casación ante el Tribuna de Justicia de la Unión Europea en el que se solicitaba la suspensión cautelar de la medida. El fallo no llegará antes de un mes y medio aproximadamente, pero el presidente blanquiazul Quique Hernández quiere llegar antes a un acuerdo con el presidente del Consell Ximo Puig para fraccionar el pago esta deuda. Y esto no será sencillo porque la normativa europea deja claro que el pago debe ser al contado.

En los despachos del Rico Pérez se confía en poder anunciar al menos esta semana el fichaje del nuevo entrenador, pero ayer los dirigentes se mostraban cautos y afirmaban que no había novedades ni avances. Entretanto, Portillo sigue mordiéndose las uñas y cruzando los dedos para que las operaciones que tiene encarriladas no salten por los aires como ya sucedió hace exactamente un año en una situación idéntica.

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