Adiós con grandeza para Paco Peña. 316 partidos después con el Hércules, el capitán de Jerez de los Caballeros se despidió ayer como futbolista profesional en el Rico Pérez rodeado de compañeros, amigos, familiares y aficionados. Pese a que el DNI indica que el 25 de julio cumple 40 años, Peña quería jugar otra temporada más, algo que no comparte su amigo y director deportivo Javier Portillo. No aclaró demasiado sobre su futuro, pero sí dejó claro que no se ve vistiendo con otra camiseta, por lo que todo parece indicar que pasará a formar parte del cuerpo técnico, aunque el rol todavía no está definido, ya que a él le gustaría estar lo más cerca del césped posible pero Portillo le quiere a su vera.

Al acto de despedida de Peña acudió la plantilla al completo, así como todos los altos cargos y empleados del Hércules a excepción de Juan Carlos Ramírez, de viaje en Mallorca según fuentes del club. También reapareció públicamente Enrique Ortiz, quien guarda una relación casi familiar con Peña debido a su amistad íntima con Portillo. No faltaron su mujer Laura Sánchez y sus dos hijas (Vega y Mara), ni rostros conocidos del entorno blanquiazul como Paquito Escudero, Palomino, Manolo González, Tomás Carratalá, Pepe Ferrándiz o el exadministrador concursal Alfonso García Cortés.

El actual presidente Quique Hernández abrió el acto elogiando la carrera del extremeño y la huella que ha dejado en todos los clubes por los que ha pasado desde que debutara en Segunda B, en el Jerez de los Caballeros, hace exactamente 20 años. «Ya no quedan jugadores de club como tú», le dijo el valenciano. «Estamos eternamente agradecido por lo que has hecho por el Hércules y el ejemplo que has dado. A todos nos hubiera gustado que este acto se hubiera celebrado en circunstancias más favorables, en otra categoría», agregó Hernández.

Acto seguido tomó la palabra un sensiblemente emocionado Portillo, que con la voz entrecortada realizó la siguiente confesión: «Crecí contigo como persona, tú me enseñaste cómo hay que afrontar momentos muy difíciles. No tengas duda de que lo mejor está por llegar».

La nota más emotiva la puso Laura Sánchez, mujer de Peña, quien, acompañada de sus hijas Mara y Vega, no pudo ocultar las lágrimas: «Te admiramos. Jugar 20 años como profesional está al alcance de muy pocos, eres un auténtico guerrero». También recordó su pasión por el fútbol cuando era un niño por las calles de Jerez de los Caballeros.

Por último, el homenajeado agradeció las numerosas muestras de cariño recibidas en las últimas semanas, se acordó de todos los compañeros, entrenadores y directores deportivos con los que ha trabajado en el Hércules y admitió que se marcha con una espina clavada: «Pido perdón por no subir, pero me dejé la vida en ello. No puedo negar que es triste despedirme después de dos años en los que ni siquiera hemos jugado la promoción, nunca lo hubiera querido así».

Aunque Peña quería seguir en activo una última temporada, ayer reconoció que no se veía jugando con otra camiseta. Pero también instistió en varias ocasiones en que su futuro no está todavía definido. «Ahora me tomaré un tiempo para desconectar y después me sentaré con Javi (Portillo) y Quique (Hernández) para ver qué pasa. A mí me gustaría estar lo más cerca posible del campo, pero también hay que ver lo quiere el club y dónde me necesita», concluyó el extremeño.