Lluís Planagumà (Barcelona, 1980) es el elegido. El director deportivo Javier Portillo tiene un precontrato con el exentrenador del UCAM y espera poder hacerlo oficial esta misma semana, en la que la plantilla dejará por fin de entrenarse y en la que despedirá definitivamente la temporada 17/18. Para ello, el Hércules espera como agua de mayo el visto bueno de Hacienda para no tardar más en iniciar la planificación deportiva.

Planagumà, tras tres filiales y un fugaz paso esta temporada por el UCAM, asumirá su primer miura y para ello jugará con un factor de cara: los tres meses que tiene por delante para cocinar el único objetivo de devolver al Hércules a Segunda División. Nunca antes un entrenador blanquiazul tuvo tanto tiempo para coger las riendas de la plantilla. Sin ir más lejos, el pasado verano el argentino Siviero fue presentado el 11 de julio tras un eterno bloqueo institucional que descencadenó la marcha de Paco López, el favorito, a los banquillos del Levante Atlético. Tampoco Tevenet en 2016 firmó antes que Planagumà; el Hércules hizo oficial la llegada del sevillano el 5 de julio. Bien es cierto que el equipo estuvo compitiendo hasta el 26 de junio.

En la 14/15 Manolo Herrero, el único técnico que ha entrenado en dos temporadas diferentes en el club en este peregrinaje por Segunda B, supo que renovaba el 15 de junio. Por su parte, Pacheta llegó al Hércules tras el descenso de categoría de 2014 y estampó su firma el 13 de junio.

El caso de Esteban en 2010

Ningún entrenador reciente tuvo tanto tiempo para planificar una temporada como lo va a tener Planagumà. Ni siquiera Mandía, que asumió el control total de la parcela deportiva en 2012 tras el adiós de Sergio. Lo hizo el 14 de junio. El último con un caso algo similar fue Esteban en 2010, que tenía contrato en vigor y ascendió al equipo a Primera, aunque lo hizo en víspera de Hogueras.