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La peor despedida posible

Los jugadores de Visnjic quedan retratados tras el enésimo traspié de la temporada y ni siquiera realizan un disparo entre los tres palos

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La derrota del Hércules ante el Ontinyent en imágenes

Los rivales directos del Hércules ya no pueden hacer más por el equipo alicantino, sólo les queda regalarle los puntos a este grupo mediocre de jugadores que por segunda temporada consecutiva han conseguido algo impensable: que el conjunto alicantino se quede sin disputar la promoción de ascenso a Segunda. Huelga decir que el director deportivo Javier Portillo confeccionó este bloque pensando en el liderato como vía más rápida para volver al fútbol profesional. Pensar en ese objetivo ahora suena a broma de mal gusto porque el Mallorca tiene 18 puntos más y el Villarreal 13. A falta de dos partidos para que la Liga regular baje el telón, la promoción esta virtualmente imposible (al Cornellà le basta con empatar uno de los dos y hay más equipos de por medio) y el Hércules tiene en chino sacar su billete para la siguiente edición de la Copa del Rey, un objetivo tan menor que se da por hecho allá por agosto.

Con todo lo mal que han transcurrido el año, por la falta de gol y los tropiezos reiterados, el conjunto de Visnjic aún tenía ayer otra bola extra para seguir peleando por la cuarta plaza debido a la mediocridad de los rivales directos por la promoción, pero lo más triste de lo vivido ayer en El Clariano fue la nula ambición y motivación mostrada por los futbolistas del Hércules. Era una final, las cuentas salían y sólo hacía falta dar un paso al frente ante un rival con los deberes ya hechos y en un campo de césped artificial amplio y en buenas condiciones. ¿Cómo se explica entonces que el Hércules se marchara derrotado de Ontinyent sin disparar ni una sola vez entre los tres palos?

También es cierto que el conjunto valenciano, que sobresale por su intensidad defensiva, sólo lo hizo en una ocasión y le valió para llevarse los tres puntos tras un mal despeje de Falcón en una falta lateral al inicio de la segunda parte.

Visnjic sorprendió de inicio con Moha como lateral derecho cuando Connor parecía el designado para actuar en esa posición a pierna cambiada. El marroquí fue, con diferencia, el mejor de los blanquiazules. Concentrado y agresivo, cumplió en defensa y protagonizó varias arrancadas con su potencia habitual. Además, fue el último en despedirse de los 300 aficionados desplazados hasta Ontinyent. Lo hizo con lágrimas en los ojos, saludando uno por uno a los seguidores mientras estos le pedían que continúe en el Hércules el curso venidero, algo que parece complicado si el Barcelona B desciende a la categoría de bronce.

El técnico serbio también sorprendió al premiar con la titularidad como «9» a un Óscar Díaz al que no se le puede negar el trabajo, pero que tampoco mejoró a David Torres. Realmente los números de los tres arietes son para llorar y Portillo debe pensar muy bien qué hace con ellos ya que los tres tienen contrato en vigor para la temporada que viene por increíble que parezca.

Pese a todo lo que había en juego, el Hércules entró mal al partido, sin dar dos pases ni generar superioridad por bandas, ni con José Fran, ni con Juli. También pasaba desapercibido Chechu Flores como «10», una posición en la que brilló ante el Mestalla y el Saguntino, pero poco más, sin apenas entrar en contacto con el balón.

El cuadro blanquiazul, arropado desde la grada, sólo dio sensación de peligro el último cuarto de hora de la primera parte y su aproximación más peligrosa fue un centro de José Fran que se paseó por el área pequeña y acabó en córner.

El Hércules también empezó frío la segunda parte pese a que el Cornellà empataba y la promoción podía acercarse a sólo dos puntos en caso de victoria en El Clariano. El cuadro de Vicente Parras avisó en el 54' con un cabezazo del espigado (1.98 metros) delantero Leandro que no encontró portería por poco. Y en el 57' llegó el único gol del duelo por un mal despeje de Falcón en una falta lateral. No rechazó de puños de manera contundente, el balón golpeó en la espalda de un jugador rival y le quedó en los pies a Leonardo para que lo empujara a la red.

Visnjic reaccionó dando entrada a David Torres y Pepelu en detrimento de José Fran y Miñano pero el decorado no cambió demasiado. El Hércules adelantó líneas, el Ontinyent se juntó bien en su parcela y no dejó huecos. Los centros no encontraban rematador y las jugadas de estrategia no dieron fruto. Punto y final a un curso horroroso.

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