El Hércules ha rescatado la calculadora para tratar de hacer una remontada sin precedentes. Los siete puntos conseguidos en las últimas tres jornadas y la inseguridad demostrada por sus más inmediatos rivales han catapultado las opciones para llegar al play-off, que hoy queda a cuatro puntos.
Con la sensación de que Josip Visnjic ha dado por fin con la tecla de un equipo que encontró en la irregularidad su fiel compañera en el resto de la temporada, los tres partidos que restan para el final de Liga se antojan cortos. Sea como fuere, el Hércules asume sin margen de error la visita de mañana a El Clariano de Ontinyent (12 horas). Una victoria en el feudo del conjunto entrenado por Vicente Parras -que espió a lo blanquiazules el pasado fin de semana ante el Lleida- es el primer salvoconducto que debe conseguir el Hércules para seguir optando a la machada.
En el mejor de los casos, los de Visnjic podrían terminar a sólo un punto del cuarto puesto. Para ello, además del consabido triunfo en Ontinyent, debería perder un Cornellà que marca la zona de promoción y que juega a la misma hora en casa de un Santa Eulalia con el agua al cuello y a cuatro puntos de la salvación. Además del tropiezo del Cornellà no deberían ganar ninguno de los otros tres rivales que buscan el mismo pastel que el Hércules: el Ebro juega al mediodía en Peralada, el Badalona recibe al Formentera a la misma hora y el Lleida visita al Elche a partir de las 17.30. Esa sucesión de hipótesis dejaría al Hércules segundo clasificado, pero las combinaciones son muchísimas.
La peor de las situaciones se daría si el Hércules cayera derrotado mañana y el resto de rivales venciera sus partidos. Ahí, no sólo se diría adiós al play-off (se quedaría a siete puntos más uno del golaveraje particular), sino que también se pondría prácticamente imposible la clasificación para la Copa del Rey que da acceso el sexto puesto del grupo III, que podría quedar a cinco puntos a falta de sólo seis por disputarse.
Llegar al derbi con vida
Si el Elche venciera mañana al Lleida no sólo apartaría al Lleida del camino del Hércules, sino que sellaría su presencia matemática en la promoción de ascenso. Esa victoria del eterno rival es la que persigue el Hércules, siempre que gane en Ontinyent, porque le permitiría visitar en el Martínez Valero la semana que viene a un Elche que sólo (nada menos) tendría en juego estropear la remontada contra reloj de su vecino. El Hércules, por cierto, ya ganó en Elche en la penúltima jornada de la Liga regular de la 92/93, también en Segunda División B. Aquella vez los franjiverdes llegaban al derbi como líderes y el Hércules, como cuartos. Al final, ambos terminaraon entre los cuatro primeros, pero sólo los alicantinos subirían a Segunda tras quedar líder en un grupo con el Salamanca, la Gimnástica Torrelavega y la UD Las Palmas. Por su parte, el Elche no se quedó otro año más en la división de bronce tras una cruel derrota en la última jornada de la promoción contra el Leganés.
El césped artificial no varía el plan
A diferencia de la preparación a conciencia del argentino Gustavo Siviero en las instalaciones del Club Atlético Montemar, ni Claudio Barragán ni Josip Visnjic han optado por entrenar sobre hierba artificial en la semana previa a jugar sobre esta superficie. «No me preocupa el césped, vamos con la idea de sacar los tres puntos y veremos durante el partido de qué manera lo haremos; si hace falta cambiar la propuesta respecto a los últimos partidos, lo haremos», se limitó a decir el técnico yugoslavo.
El once seguirá pareciéndose muy mucho al de las últimas tres jornadas y aparte de la baja de Juanjo en el lateral derecho, la otra incógnita reside en los ocupantes del centro del campo. El buen rato de Candela ante el Lleida (llegó a tener en su cabeza el 1-0 a falta de 10 minutos) podría pesar para que el alicantino acompañe a Miñano o a Navarrete. La presencia del chileno en El Clariano gana enteros por su contundencia en un campo de dimensión inferior al Rico Pérez y para un partido que se presume más de rompe y rasga que de esmoquin. Connor y Moha se disputarán el «2». Visnjic apartó ayer de la disputa al canterano Olmedo: «Ni siquiera había pensado en esa posibilidad».
