Aclimatado a la ciudad de Alicante en su primera experiencia fuera de Cataluña y tras recuperar el puesto de titular, el extremo marroquí del Hércules Moha Ezzarfani reconoció ayer que el equipo todavía sigue con vida y que «ahora queda lo más bonito». «El partido del domingo en Santa Eulalia es complicadísimo por las condiciones del campo, pero no nos queda otra que volver con la victoria y seguir en la lucha», aclaró.

A pesar de estar cedido por el Barça, el joven atacante disputó la pasada campaña en el modesto Badalona, pero no le ha sorprendido la presión que envuelve a un club con las urgencias históricas del Hércules: «Quien no sepa manejar esta presión mejor que no juegue al fútbol, hay muchos equipos que tienen exigencia, pero es muy bonito estar en ellos porque cuando las cosas van bien se disfruta más». Precisamente ese momento dulce es el que persigue contra reloj un Hércules de Visnjic que todavía sigue a ocho puntos de la zona del play-off de ascenso que marca un Cornellà que este domingo el Martínez Valero. La cita, clave para que el Hércules recorte distancia con ambos (el Elche es tercero), la esquiva Moha, consciente de que primero deberán ganar en Ibiza este domingo (12.00): «Tenemos que mirarnos a nosotros mismos antes de hacerlo a los rivales, si no ganamos, no habrá nada que hacer».

El marroquí sí que admitió que la semana está siendo más relajada tras la victoria agónica del pasado domingo en casa ante el Formentera: «Fue un triunfo sufrido, aunque merecido y ha hecho que estemos más tranquilos, pero ya pensamos en el partido de Santa Eulalia, hay que ganar sí o sí porque no tenemos ya margen de error». Moha también rehuyó hablar del trascendental partido del Mallorca, que visitará el Rico Pérez la semana que viene: «Si no regresamos de Santa Eulalia con los tres puntos, para qué pensar más allá».

También hizo balance de su estancia en Alicante: «Está siendo un poco más complicado de lo que esperaba por la clasificación, pero esto son cosas del fútbol».