Que el Rico Pérez no es una plaza fácil para torear no es ningún secreto. Tampoco que el margen de mejora que tienen los que salen por la puerta de atrás del Hércules (técnicos y jugadores) es infinitamente amplio. Para muestra, tres botones. En la actualidad una terna de exentrenadores blanquiazules demuestran que hay vida más allá del exigente banquillo alicantino y triunfan en la élite futbolística.

El caso más reciente, el del serbio Slavisa Jokanovic, que no pudo evitar el último descenso del Hércules a Segunda B en la campaña 13/14. El nombre del exjugador del Tenerife y Dépor, hoy entrenador del Fulham de la Segunda inglesa, ha sonado con fuerza esta semana como firme candidato para suplir a Antonio Conte en el banquillo del Chelsea a partir del próximo mes de junio. En Alicante sólo consiguió una victoria en cinco partidos, tres puntos estériles en Miranda de Ebro que no evitaron el regreso al infierno.

Por su parte, el argentino Siviero, que empezó esta temporada al frente del primer Hércules diseñado por Portillo, terminó destituido en la jornada novena después de tres victorias, tres empates y tres derrotas. Sus sucesores no han arreglado el camino a la deriva del equipo y en unos meses el exdefensa del mejor Mallorca de la historia estará en la expedición egipcia en el Mundial de Rusia. Uno de sus mentores, Héctor Cúper, le ha captado para la causa y desde el mes de enero trabaja como ojeador de Egipto, que en junio acudirá a una cita mundialista por primera vez en la historia. Junto a él estará una de las irrupciones con más peso del momento, el atacante Mohamed Salah, jugador del Liverpool y deseado por varios de los mejores clubes del mundo; entre ellos, el Real Madrid.

El tercero en discordia es el alicantino José Bordalás, ocupante de multitud de banquilos del fútbol de la provincia. A un Hércules muy convulso llegó mediada la 05/06 y logró la permanencia en Segunda en la penúltima jornada. Pero no duró mucho más, a las siete jornadas de la 06/07, con el equipo en descenso aunque clasificado para la Copa contra un Primera, voló del banquillo herculano. Después, un buen currículum principalmente en Segunda, con dos ascensos a Primera (el último tras coger a un Getafe hundido). Hoy es una de las sensaciones del fútbol español y hace un mes sacó un meritorio punto del Camp Nou.

El enigma ya recalcitrante del fracaso en Alicante y el éxito posterior sigue ganando adeptos. El fútbol, o el Hércules, es así.