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Tarí evita otro bochorno

Un gol del canterano en la última jugada del partido permite al Hércules tomar aire y sonreír en el Rico Pérez cuatro meses después

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Tarí sí está a la altura y salva al Hércules

Siempre nos quedará Tarí. De nombre Alejandro, delantero, canterano, de 21 años y con un promedio goleador en el Rico Pérez a años luz (para bien) de los profesionales David Torres, Óscar Díaz, Carlos Fernández y Juli. Una diana del punta alicantino en el minuto 93, en la última jugada del partido, permitió al Hércules evitar otro bochorno en un Rico Pérez que acumulaba la losa de cuatro meses sin ver ganar a su equipo. Y estuvo a 30 segundos de seguir engordando esta infame estadística. Sólo la irrupción del canterano maquilló un duelo horroroso por la alarmante falta de confianza de los jugadores de Visnjic y su gafe de cara al gol. Es decir, un calco de la temporada pasada.

Los blanquiazules tiraron la primera parte ante un ultradefensivo Formentera y en la segunda hicieron los méritos justos para ganar con solvencia y sin apuros, pero el balón se paseó por el área pequeña sin que nadie acertara a empujarlo en varias acciones. Así fue literalmente para desesperación de la grada. Tuvo que ser Tarí, en el 93', el que batiera por bajo a Marcos con la zurda tras una asistencia de Juli de cabeza en un acción iniciada por Chechu Flores.

Tras este triunfo, los jugadores echan mano de la calculadora para seguir soñando con una cuarta plaza que matemáticamente está al alcance pero, por sensaciones y juego, parece imposible. Y el calendario se pone duro porque de los nueve partidos que quedan, seis son ante rivales directos.

Visnjic introdujo de inicio tres cambios tras el batacazo de Peralada y quiso revitalizar el ataque con la entrada de Moha y Óscar Díaz en detrimento de José Fran y Juli. Además, volvió a dar galones a Samuel en el eje de la zaga y Santamaría pagó con el banquillo la mala cesión a Falcón que acabó en gol.

Pese a la debilidad del rival, el Hércules no comenzó el duelo intentando avasallar y hacer daño, algo inexplicable. Con el paso de los minutos, el Formentera se sintió cada vez más cómodo con su línea de cinco zagueros y encadenó en algunas fases una quincena de pases consecutivos que provocaron la ira de la grada, que después se convirtió en mofa con continuos «olés» y gritos de «Portillo vete ya».

El primer acercamiento con peligro llegó en el minuto 8 con un buen servicio de Chechu al corazón del área pequeña que David Torres no llegó a rematar delante del portero. En el 18' llegó la ocasión más clara del primer acto con un gran servicio entre líneas de Chechu a Óscar Díaz que le dejó ante Marcos en posición escorada. El atacacante, de nuevo desdibujado, cruzó demasiado el balón con la zurda, su pierna mala.

Como reconoció después Visnjic en sala de prensa, el Hércules confundió «paciencia con lentitud» en la primera parte y el espectáculo fue infumable. Merecida bronca al descanso.

El técnico serbio leyó la cartilla a sus pupilos, ordenó más velocidad en la circulación de balón y atrevimiento en el uno contra uno. Esto último difícil de llevar a cabo porque los futbolistas siguen empequeñecidos, sin confianza y lejos del nivel demostrado en años anteriores. Sí que dio un paso al frente el lateral Juanjo Nieto, el mejor atacante de toda la temporada. Le dio profundidad a la banda derecha y el Hércules encerró en su parcela al Formentera desde el inicio. Y ahí comenzó el carrusel de ocasiones desperdiciadas.

Óscar Díaz tuvo un par. Anda desacertado el madrileño pero no se puede negar que algo pasa cuando entra en contacto con el balón cerca del área, algo que no sucede con otros compañeros. Visnjic buscó después más mordiente con la entrada de Tarí, Juli y José Fran y continuó el asedio sin premio.

En el 66', Chechu rozó el palo con un disparo desde fuera del área y, en el 72', un buen servicio de falta no fue rematado por Samuel ni Pol Bueso en el área pequeña. Ya en el 90' tuvo lugar una acción calcada a la del gol, pero sin final feliz por la incomprensible pasividad de José Fran. Tarí cedió de cabeza al santapolero dentro del área y este no remató delante del portero en el área pequeña y se dejó arrebatar el balón por el central. Tres minutos después, en la última acción del partido, esta vez Juli fue el asistente con la testa y Tarí el ejecutor. El canterano no se puso nervioso, dejó botar el balón y con un disparo raso con la zurda dio tres puntos de puro oxígeno al Hércules de Visnjic.

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