El ahora delegado del Hércules Quique Sala fue la última persona que habló con Quini antes de su secuestro el 1 de marzo de 1981. El delantero fue raptado por tres delincuentes comunes pocos minutos después de un Barcelona-Hércules que finalizó con un abultado 6-0, con dos goles de "El Brujo". Sala nunca olvidará los ánimos que le dio la estrella azulgrana nada más concluir el duelo. "Ese partido lo jugué lesionado y Quini lo sabía. Cuando todos sus compañeros estaban saludando a la grada desde el centro del campo, él se apartó, vino hacia mí y me dio ánimos. Me dijo que era muy joven (tenía 22 años entonces) y que tenía que levantarme", recuerda Sala, que ahora cuenta 59 años y ejerce de delegado del Hércules.

Pero la anécdota no acaba ahí. "Tras ducharnos cada uno en nuestro vestuario, luego coincidimos en la salida y le acompañé hasta su coche. Lo que pasó después todo el mundo lo sabe", añade Sala.

Quini pasó un mes secuestrado por dos mecánicos y un electricista en paro y después incluso les perdonó y no quiso cobrar ninguna indemnización. Muchos años después, Sala y "El Brujo" se reencontraron en el Rico Pérez. "Yo (recuerda sala) entonces estaba de gerente de la tienda y él vino a saludarme, algo que demuestra su categoría humana, era un amor de persona. En sus años de delegado del Sporting dejó un grandísimo recuerdo, era detallista, cariñoso y humilde", asegura Sala.