Quique Hernández eligió traje de chaqueta y corbata roja para su puesta de largo como presidente del Hércules, un día que llevaba esperando desde hace varios meses. Serio pero «orgulloso» por el nombramiento, el dirigente de Anna, de 59 años, abandona los banquillos para representar al club de su vida en un puesto que deja vacante Juan Carlos Ramírez, quien ayer insistió en que se marcha de la primera línea por falta de tiempo para estar en el día a día del club, pero que continuará como accionista junto a Enrique Ortiz. Ambos comparten gastos al 50% en su proyecto para sacar al Hércules del pozo de la Segunda B.

Hernández dejó claro que los accionistas «tomarán las decisiones» porque para eso ponen el dinero y se mostró «orgulloso y muy responsabilizado» por el nombramiento como presidente. «El Hércules es una institución muy importante en Alicante y me siento muy honrado. Mi objetivo, como no puede ser de otra manera, es que el club regrese cuanto antes a Segunda, pero tengo especial fijación en el tema de la cantera. El club a medio plazo debe subsistir con el fútbol base y no a base de las aportaciones de terceros, me sentiría muy orgulloso si eso sucede», insistió el dirigente valenciano.

Hernández recalcó que la Segunda B es una categoría «muy deficitaria» para un club con las urgencias del Hércules debido a la ausencia de ingresos por televisión y reconoció que en el entorno blanquiazul se ha instalado la «desilusión» por la mala racha del equipo, situado en mitad de tabla y a siete puntos de la promoción a falta de 13 partidos para que acabe la Liga.

«No voy a decir quién lo está pasando peor, pero sí tengo claro que los futbolistas lo están pasando mal porque cuando uno ficha por el Hércules es para hacer una gran campaña y vivir cosas bonitas. Ellos son mucho mejores de lo que han demostrado hasta ahora y tienen mi apoyo para lo que necesiten, una victoria ayudará a recuperar la confianza y ojalá llegue este domingo (ante el colista Aragón)», señaló Hernández.

El nuevo presidente estuvo arropado en su presentación por el director deportivo Javier Portillo, con quien guarda una gran relación, y por el dirigente Carlos Parodi.