La saga Escudero sigue dando guerra. Andy, hijo de Paquito, último gran capitán del Hércules, llama a la puerta del fútbol profesional en el Atlético de Madrid a sus 18 años. Entrena asiduamente con el primer equipo del Cholo Simeone y actualmente disputa la Youth League con el juvenil rojiblanco. A diferencia de su padre, es zurdo, juega como mediapunta y tiene gol. «Tiene carácter, en eso se parece a mí, el fútbol le vuelve loco. Pero es evidente que tiene más calidad», reconoce entre risas su padre, el último gran capitán blanquiazul, con 342 partidos, un registro sólo superado por José Juan y el fallecido Juan Baena.

Andy Escudero dio el salto al Atlético con 14 años tras destacar en las categorías inferiores del Hércules, donde fue entrenado, entre otros, por José Antonio Palomino, amigo de su padre y ahora coordinador de la cantera. «Es un chaval técnicamente bueno, que entra por los ojos porque es zurdo, tiene buenos golpeos y gol. Puede jugar en cualquiera de las tres mediapuntas y tiene carácter como su padre», explica el responsable del fútbol base.

El mediapunta del Atlético acaba contrato en junio, pero todo parece indicar que el club le ofrecerá la renovación, ya que Simeone le llama a filas para entrenar con el primer equipo. La última vez fue a principios de mes y aparece en la imagen de esta noticia junto a Diego Costa y al también juvenil alicantino Aliaga, que se formó en el Hércules.

Paquito no oculta la ilusión que le produce ver a su hijo pegado a un balón, pero tiene los pies en el suelo y asegura que Andy también. «Su progresión ha sido muy buena, pero ahora queda lo más difícil: empezar a jugar partidos. Él sabe que sin humildad no se puede llegar a ningún sitio, no porque se lo haya dicho yo, sino porque en un club tan grande como el Atlético eso es algo que aprendes rápido porque son todos iguales o mejores que tú», explica el excapitán, de 51 años y que ahora trabaja como representante junto a Miguel Hita.

Andy cumple su quinta campaña en la cantera atlética y ha participado también en entrenamientos con la selección española, aunque no ha debutado en partido oficial. Su padre reconoce que el Hércules siempre está en su cabeza. «Ojalá pueda jugar aquí, aunque sea como cedido. Tiene muy buenos amigos y es herculano, como no podía ser de otra manera», señala Paquito.

De su etapa en el fútbol blanquiazul recuerda con especial cariño a José Félix Carbonell, Sebas Alférez y Sevilla. Andy además es amigo de César Gelabert, juvenil también pero del Real Madrid, e hijo del exherculano Juanmi.

«Nunca se sabe hasta dónde puede llegar, los hijos crecen muy rápido y parece que fue ayer cuando era un niño y empezó a jugar simplemente por diversión. Ahora sigue disfrutando y en eso me recuerda a mí», asegura Paquito, quien sigue de cerca al Hércules de Claudio Barragán. El exjugador alicantino reconoce que la situación es delicada, pero confía en la remontada. «Hay buenos jugadores, una plantilla suficiente para estar dentro de la promoción, sólo hace falta encadenar dos victorias para recuperar la confianza de los que están más tocados. Y estos dos partidos contra el Ebro y el Aragón son perfectos. Es el momento de dar un golpe de autoridad y yo tengo confianza», concluye Paquito.