Muchas son las causas del naufragio de este Hércules de Claudio Barragán que el domingo se juega media vida ante el rival directo Cornellà en el Rico Pérez (17.00). La ausencia de un organizador con jerarquía y de un delantero rematador han lastrado al cuadro blanquiazul, pero también la escasa aportación de unos líderes con pies de barro a los que todavía espera. El portero Ismael Falcón, el central Samuel Llorca, el lateral Paco Peña y el extremo Chechu Flores tienen mucho que decir en esta segunda vuelta si quieren ver al Hércules jugando la promoción. En esta nómina también se podría incluir a Juli, fichado en verano a golpe de talonario, pero el atacante alcoyano se vacía en cada partido, marcó ante el Alcoyano y fue decisivo en la acción del gol ante el Sabadell.

Falcón es una de las grandes decepciones de la temportada, principalmente por las expectativas generadas con su fichaje en verano. Su cambio por Chema (ahora en el Eldense) fue bendecido por todo el herculanismo y el meta gaditano estaba deseando regresar a Alicante. Pero su aportación está muy lejos de lo esperado. En la mayoría de situaciones del juego transmite tranquilidad y suficiencia (viene de competir 13 temporadas seguidas en Primera y Segunda) pero ha cometido errores puntuales muy graves que han costado puntos. Frente al Cornellà y el Saguntino penalizó y también lo hizo el pasado domingo en Sabadell, cuando no rechazó un disparo aparentemente inofensivo de Migue desde 40 metros.

El técnico Claudio Barragán mantiene su confianza en Falcón, no se la jugará con el canterano Iván Buigues y espera que el gaditano empiece a dar puntos, para lo que fue fichado en verano tras quedarse a las puertas del ascenso a Primera con el Tenerife.

Algo parecido sucede con Samuel, ya que su regreso al Hércules generó una ilusión que incluso hizo emocionarse al alicantino en su presentación. Comenzó el curso con muchas dudas, sobre todo en la salida de balón, hasta el punto de que el argentino Gustavo Siviero le dejó en el banquillo en su último partido (contra el Peralada). Pero sólo fue suplente en esa ocasión porque Claudio se fijó como reto recuperar la mejor versión del central, que ha mejorado su rendimiento, pero está lejos de ser el líder de la zaga.

Los otros dos capitanes, los veteranos Chechu Flores (35 años) y Paco Peña (39), siguen a vueltas con las lesiones y el entrenador ha echado mucho de menos su oficio y agresividad. El lateral cayó lesionado el 16 de noviembre contra el Saguntino y sufrió una recaída cuando estaba a punto de reaparecer, por lo que se ha perdido también los tres primeros partidos de 2018. Esta mañana se incorpora al trabajo con el grupo y quiere jugar ya contra el Cornellà. Claudio le necesita pero todo depende de las sensaciones que tenga estos días, ya que acumula dos meses KO.

En la misma situación se encuentra Chechu Flores, líder indiscutible del ataque. Las estadísticas sin él en el campo son demoledoras y, pese a estar en el ocaso de su carrera y con las condiciones físicas mermadas, es el máximo goleador, empatado a cuatro dianas con los delanteros Óscar Díaz y Carlos Fernández. Se lesionó en el último partido de 2017 ante el Llagostera (con asistencia de gol incluida) y los técnicos confiaban en que las tres semanas de parón navideño serían suficiente tiempo de recuperación. Nada que ver, ya que también se ha perdido los partidos contra el Olot, Alcoyano y Sabadell. También quiere reaparecer este domingo.