Sin demasiados alardes, el Hércules de Claudio Barragán camina con paso firme hacia los puestos de privilegio. En las cuatro jornadas en la que el técnico valenciano está al mando el equipo ha recortado tres puntos al cuarto clasificado y a día de hoy está sólo a uno del Lleida, equipo que marca la zona de play-off.

El secreto: la vieja máxima futbolística de la media inglesa, consistente en ganar los partidos de casa y empatar fuera. Claudio lo ha seguido al pie de la letra, o al menos eso es lo que los números reflejan. En cuatro partidos, dos victorias -agónicas- en el Rico Pérez ante Santa Eulalia y Atlético Baleares y dos empates como visitante en Formentera y en Palma de Mallorca.

La media inglesa, algo en desuso en la actualidad desde la aplicación de tres puntos por victoria en lugar de dos (cuando se popularizó la fórmula), tuvo defensores y detractores, pero lo irrefutable es que su promedio aseguraba el 75% de los puntos puestos en liza en el campeonato. A ello se aferra Claudio, que todavía no ha podido ver a un Hércules autoritario y con un partido controlado desde su llegada; prueba de ello es que con él el equipo sólo ha ido por delante en el marcador durante 11 minutos, suficientes -eso sí-para arañar ocho valiosos puntos de doce en juego.

Mientras que en España se extendió aquello de los «negativos y positivos», una simpleza porque lo que prevalecía eran los puntos de siempre, el dicho ganaba adeptos en Inglaterra. Su ideal era competir en torneos largos como si se tratara de eliminatorias a doble partido).

Los críticos de la media inglesa acusaron a sus adeptos de especuladores fuera de casa; no obstante, el Hércules de Claudio no ha mostrado en ningún momento esa imagen lejos de Alicante. Pudo ganar en la segunda parte el pasado miércoles en Son Moix con un par de buenos contragolpes y también en el Sant Francesc de Formentera, donde murió en el área rival, parada a bocajarro en un remate de Santamaría y penalti birlado a Álvaro Salinas incluidos.

Fortaleza como local

Hacer del Rico Pérez un fortín era una de las necesidades que perseguía el Hércules desde su amargo retorno a Segunda B hace ya tres años y en este inicio de temporada permanece invicto en su feudo, donde ha conseguido cinco victorias y dos empates; el segundo mejor equipo de la categoría en esta faceta sólo por detrás del Mallorca.

Tan positiva es la racha del Hércules como local que sólo un equipo de los ochenta que componen los cuatro grupos de Segunda División B mejora sus números, el Real Mallorca, líder indiscutible del grupo III. Los blanquiazules han sumado 17 puntos de los 21 puestos en liza, dos menos que los bermellones. Con las mismas cifras que el Hércules sólo están tres equipos: el Barakaldo en el grupo II y el Melilla y el Extremadura en el grupo IV.

Además, los blanquiazules no empezaban un curso con siete partidos consecutivos sin perder en casa desde la campaña 09/10 en Segunda con Esteban Vigo y no lo hacían en la categoría de bronce desde la 01/02, con un Álvaro Pérez que no terminó el curso en el banquillo. Por aquel entonces el equipo llegó a enlazar 14 choques sin derrota en el Rico Pérez pero no consiguió ascender tras perder en la liguilla contra Ceuta, Barakaldo y Terrassa.

En el otro lado de la balanza, la poca fiabilidad del Hércules lejos de Alicante, donde todavía no ha sido capaz de vencer tras seis partidos en esta Liga y sólo ha sacado tres puntos.

Un gol lo cambió todo

Quizás el despiste en El Collao a falta de siete minutos para el final que supuso el empate del Alcoyano en la segunda jornada de competición cambió la trayectoria del incipiente proyecto de Siviero en el Hércules. Los blanquiazules habían hecho, hasta el momento del gol de Navarro, un partido redondo en un escenario siempre hostil. Visto con perspectiva algo más de dos meses después es justo asegurar que probablemente aquél fuera uno de los mejores despliegues del equipo en toda la temporada. No obstante, desde entonces el Hércules naufragó y volvió de vacío de sus siguientes salidas. Tres derrotas seguidas en casa del Cornellà, Ebro y Villarreal B hasta la llegada de Claudio, que ha cosechado dos empates en Formentera y Mallorca. El sábado a las 18.00, una nueva prueba: el Valencia Mestalla.