La célebre frase «le llamaremos Hércules para infundir respeto» que pronunció el Chepa hace ya un siglo luce desde ayer en un letrero en el número 40 de la calle San Francisco, lugar donde vivió el fundador del club durante buena parte de su vida.

El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, colocó en la mañana de ayer una placa en homenaje a Vicente Pastor de la Llosa Alfosea, el Chepa, en un acto al que acudieron una expedición del Hércules encabezada por su presidente, Juan Carlos Ramírez; un buen número de peñistas y la Asociación Herculanos, promotores de esta iniciativa.

La Asociación, liderada en este menester por Manolo Piera, entregó al Ayuntamiento hace año y medio una propuesta llamada «Memoria Histórica Herculana», que recogía varias medidas para honrar la leyenda del club con más solera de Alicante, santo y seña de la ciudad y perfecto ejemplo de su evolución. El pasado mes de julio, en la cena anual de la Asociación, el alcalde dio luz verde a la instalación de la placa que ayer se colocó muy cerca de la plaza de Calvo Sotelo, donde aquel imberbe Hércules comenzó a dar patadas a un balón liderado por el Chepa.

La iniciativa también abarca un recuerdo en la plaza de la Viña, donde jugó el Hércules entre 1954 y 1974, donde se pretende instalar un simbólico banderín de córner donde en su día estaba uno de los dos que había en el fondo norte del añorado estadio. La fecha todavía es una incógnita, pero Echávarri ya ha dado su beneplácito.

El acto de ayer, en el que se congregaron algo más de un centenar de herculanos, estuvo acompañado por un grupo de «dolçainers» y «tabaleters» que tocaron La manta al coll y el himno del Hércules, que fue secundado por todos los presentes y que fue, sin duda alguna, el momento más sentido de una celebración a la que asistieron varios familiares del Chepa; entre ellos su sobrino nieto Luis Taza, que leyó un emotivo manifiesto de agradecimiento al Ayuntamiento, al club y a la Asociación por el recuerdo a su tío abuelo.

Quique Tébar, presidente de la Asociación Herculanos, explicó que el sentimiento herculano es «un patrimonio inmaterial de la ciudad, para muchos alicantinos, igual que la Santa Faz o las Hogueras». «El Hércules es un símbolo de nuestra tierra con el que multitud de turistas nos identifican como la Explanada o nuestras playas», manifestó.

Juan Carlos Ramírez, presidente del Hércules, mandó un mensaje a los aficionados presentes: «La figura del Chepa nos tiene que guiar en estos momentos tan difíciles que está atravesando la institución; seguid apoyando al Hércules continuando el ejemplo del Chepa».

Por su parte, el alcalde Gabriel Echávarri aseguró que «los alicantinos no concebimos una ciudad sin el Hércules, hoy es un día importante para los que amamos Alicante, no sólo el Hércules».

Respaldo de ilustres del club

Al homenaje al Chepa, secundado por miembros actuales del club como el director deportivo Javier Portillo o el delegado y exjugador Quique Sala, acudieron también dos personas que escribieron con tinta de oro la historia de un club casi centenario.

Uno de ellos fue el valenciano Quique Hernández, entrenador con más partidos en la historia de la entidad y el otro, Carmelo Héctor Giuliano, una de las leyendas de la mejor época del club blanquiazul y afincado en Alicante desde su retirada.

Por otra parte, en 2010 se hizo un busto en honor al Chepa, que se instaló simbólicamente en la plaza de Calvo Sotelo, pero la efigie pronto pasó al antepalco del Rico Pérez. Y hoy, siete años después, no hay rastro de ella cara al público y está oculta en la sala de trofeos del estadio.