Acostumbrado ya a afrontar últimamente cada partido como una final para salvar su puesto, Gustavo Siviero reconoció esta mañana su necesidad de estar al margen del debate y centrarse exclusivamente en su trabajo diario. "Afronto la realidad como todos los entrenadores en situaciones de este tipo, sé que estoy expuesto, pero yo ya pienso en el siguiente partido", aseguró.

El preparador argentino garantizó estar "fuerte y con muchísimas ganas" para darle la vuelta a la mala dinámica del equipo, que ha sumado sólo nueve puntos de 24 posibles. "Estamos preocupados por la situación, que no nos gusta en absoluto, pero nos encontramos también ocupados en revertirla, trabajando duro e intentando dar con la tecla para solucionar esta dinámica negativa, impropia de este club", confesó.

Siviero reconoció que al equipo le falta «algo de carácter» en determinados momentos de partido, algo fundamental en un equipo. "Es más bien carácter grupal, no sólo individual, es cierto que hay futbolistas que por sus características transmiten más claramente, pero todos tenemos que ser capaces de forjar un carácter de equipo competitivo; todos, unos de una manera y otros de otra", manifestó. A buen seguro la baja de Juli mermó en este factor (y también en otros) al equipo, pero Siviero trató de evitar cargar al mediapunta alcoyano con toda la responsabilidad: "Él aporta en lo futbolístico y también en ese otro fútbol, pero hay varios que pueden asumir ese rol, este momento exige sacar lo máximo de cada uno de nosotros".

El entrenador afirmó haber vuelto a tratar el bajón que sufre el equipo en los minutos finales de los partidos y reveló que ha cambiado el día a día. "Tratamos de no hacer lo mismo porque queremos resultados distintos. Ahora intentamos hacer llegar la información al futbolista por otro medio. Somos conscientes de lo que está pasándonos y no puede volver a ocurrir".