No hay quien pare al Elche de Vicente Mir en este inicio de curso para enmarcar que anoche redondeó con su pase a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, donde le espera un rival de competición europea. Y lo hizo como más deseaba su hinchada: dejando en la cuneta al Hércules en el Rico Pérez, donde mejor saben las victorias. Pero el guión no fue el esperado porque la superioridad franjiverde no apareció por ningún lado. El juego y las ocasiones las puso un equipo de Siviero al que le falta un goleador como el comer. Dispuso de una veintena de aproximaciones al área rival, pero se topó una y otra vez con su alarmante falta de pegada, un mal endémico desde que descendiera a Segunda B hace ya cuatro años.

El intenso derbi, que regresaba a escena cuatro años después y reunió a 12.000 espectadores en el Rico Pérez, lo decantó un saque de esquina botado magistralmente por Edu Albacar, incombustible y con una zurda que hace estragos. En el minuto 58, en el decimoprimer córner, encontró el premio gordo con un remate de cabeza del central Gonzalo Verdú, pretendido también este verano por el Hércules.

El uno por uno de ambos equipos

El cuadro alicantino mostró ayer más motivación e intensidad. Herido en su orgullo por su preocupante arranque liguero (6 puntos de 15), mordió desde el inicio, juntó mucho las líneas, presionó arriba e incomodó a un Elche que por momentos se vio superado. La primera gran ocasión llegó a los ocho minutos, con un buen pase atrás de Gaspar que Carlos Fernández, en buena posición, definió con un disparo alto cuando tenía toda la portería para él. Más vertical e incisivo, el Hércules siguió coleccionando llegadas, siempre con el mismo resultado inofensivo. Cinco minutos antes del descanso, el Elche replegó mal en un saque de esquina, lo que aprovechó Chechu Flores para enviar un balón preciso a Gaspar, que disponía de una autopista por delante hasta el portero Vallejo. Pero un mal control arruinó la contra y finalmente la acción quedó en nada para desesperación de la grada, quien mira con lupa cada vez que el extremeño toca el balón.

El primer acto finalizó con un choque entre el extremo local Moha y el meta Vallejo que acabó con este último cambiado antes del descanso.

En la reanudación, el panorama no cambió. El Elche siguió cómodo en su terreno, achicando balones y esperando su oportunidad. En el 50', Albacar y Gonzalo dieron el primer aviso serio en un saque de esquina, pero el cabezazo del central se marchó demasiado cruzado. Y ocho minutos después sí encontraron premio los mismos actores en su decimoprimer saque de esquina (1-0).

El argentino Siviero reaccionó dando entrada al extremo Nieto en detrimento del pivote Navarrete, lo que retrasaba la posición de Gaspar. Pero ese plan apenas pudo ponerlo en práctica siete minutos por la lesión muscular del extremeño. En su lugar entró el mediocentro defensivo Checa y el dibujo táctico volvió a ser el mismo de antes.

El Hércules cargó descaradamente su ataque por la banda derecha, con los dos Nietos (Miguel Ángel y Juanjo). Desbordaban una y otra vez a Javi Flores y Albacar, pero con centros que nunca encontraban un remate certrero.

En el 70', Chechu Flores remató de cabeza por encima del larguero en posición inmejorable y reclamó con tibieza penalti por empujón de Tekio. Y en el 73', Carlos Fernández cabeceó de manera defectuosa otro gran centro del madrileño Nieto, que casmpó a sus anchas por su banda.

El Elche, con Sory Kaba y Provencio de refresco, se limitaba a achicar agua y dejar pasar los minutos mientras los jugadores locales percutían una y otra vez sin éxito. En el 82' un zurdazo desde fuera del área de Chechu Flores rechazó en Gonzalo y casi entra en la meta de José Juan y, en el 88', una jugada embarullada concluyó con un remate de Samuel en boca de gol. Se cantaba ya el gol pero el central Primi se lanzó con todo para detener el balón en un acto casi heroico.

Por su parte, el cuadro franjiverde tuvo el 0-2 en un contragolpe desaprovechado por Iván Sánchez, que definió con un disparo centrado ante Falcón.

El Hércules finalmente no encontró premio y hurgó un poco más en la herida que tiene abierta en la Liga con su pobre bagaje de 6 puntos sobre 15. Pero los aficionados se marcharon ayer más optimistas al ver la mejor versión del cuadro de Siviero, más intenso y profundo. Pero con la misma pegada de siempre: ninguna. Sin Juli, todo se complica demasiado.

Por su parte, el Elche sigue con su inmaculada trayectoria. Líder del grupo III, mañana conocerá al rival de competición europea con el que se enfrentará en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, ya a doble partido.