Sólo han transcurrido dos jornadas y ya son cuatro los puntos que el Hércules se ha dejado en el camino por errores evitables en defensa. Ante el Olot pecó de exceso de confianza Samuel y ayer lo hizo el capitán Paco PeñaPaco Peña. En el minuto 83 dejó pasar un balón sin aparente peligro y se dio cuenta demasiado tarde de que por su espalda llegaba con fe el lateral Barreda, quien sirvió un pase letal que se paseó por toda el área pequeña hasta que el otro lateral, Navarro, lo convirtió en gol para incredulidad de los casi 500 herculanos desplazados ayer a El Collao. Porque ayer sí parecía que el equipo alicantino iba a conquistar un feudo maldito en el último lustro. Hizo méritos para ello pero finalmente el Alcoyano encontró premio cuando lo buscaba con más corazón que juego.

La revolución de Siviero en el once surtió efecto. El técnico argentino cambió el doble pivote que naufragó en Olot (Checa y Miñano) y formó de inicio con el chileno Nacho Navarrete y el prometedor Pepelu. Además, castigó con la suplencia también a Nieto y dio la alternativa a Moha, un extremo impetuoso, potente y agresivo, aunque no siempre tome la mejor decisión.

El derbi comenzó con la mejor ocasión de todo el partido para el Alcoyano. Un despiste de Peña permitió a Álvaro plantarse ante Falcón, quien se echó encima del alicantino y evitó milagrosamente el gol en el área pequeña. Pese a esta oportunidad, la puesta en acción del Hércules fue mejor que la del Alcoyano. Navarrete y Pepelu aportaban criterio y la agresividad de sus compañeros invitaba al optimismo. En el minuto 12, el lateral Juanjo Nieto puso un gran centro desde la derecha que Carlos Fernández, en posición inmejorable, remató defectuosamente de cabeza en el primer palo. Tres minutos después llegó el 0-1 tras una gran combinación del delantero madrileño y Juli dentro del área. El alcoyano se plantó ante Bañuz y en vez de definir optó por dar un pase atrás que aprovechó Navarrete sin oposición.

Este gol dio más calma al Hércules, que siguió con su presión alta y manteniendo a raya a los extremos locales, que el año pasado fueron sendos cuchillos. Sólo el bregador Mariano mantenía en pie a un Alcoyano timorato que sólo inquietó, en el minuto 25, con un gran centro del lateral izquierdo Navarro que el delantero de Benidorm no remató de cabeza por muy poco en posición inmejorable.

Con los centrales Samuel y Santamaría muy serios, el Hércules no pasaba apuros y se marchó al descenso en ventaja y con el plan de actuación muy claro.

El técnico deportivista Toni Aparicio echó mano de la motivación del exherculano Franck Omgba para intentar cambiar el partido en la segunda parte y el camerunés se mostró participativo. Sin más.

El guión del duelo no cambió y los minutos pasaban sin que el Hércules sufriera lo más mínimo. Eso sí, con el paso de los minutos dio un paso atrás y reculó peligrosamente. El balón sólo llegaba al área de Falcón en los saques de banda que el central Galas convertía en córners, pero siempre con resultado infructuoso.

Aparicio cambió sus dos bandas en el minuto 65 en busca de más chispa y Siviero reaccionó con un cambio conservador que no gustó demasiado en la grada. Sentó a Chechu Flores para dar entrada a Checa y el Hércules se metió aún más atrás. Aún así, su delantero Carlos Fernández dispuso de hasta tres ocasiones para marcar el 0-2. En la primera (80'), el «9» no aprovechó un regalo de Gato en zona peligrosa. Tenía todo el campo por delante para llegar hasta el área rival, pero se llevó el balón a «trompicones» y finalmente acabó cediendo a Moha, quien remató sin maldad ante Bañuz.

Un minuto más tarde, el ariete madrileño realizó un buen disparo desde la frontal del área que se marchó demasiado cruzado tras un gran eslalon de Nieto. Y en el 82' remató muy mal de cabeza un buen centro de Moha.

Tanto perdonó el Hércules que acabó pagándolo a falta de siete minutos para el final. Un cambio de orientación de López Silva sin aparente peligro se convirtió en puro veneno para el cuadro de Siviero porque Peña descuidó su espalda. El lateral Barreda le sorprendió por detrás y su pase letal lo aprovechó su compañero Navarro para firmar un 1-1 celebrado como una victoria por el Alcoyano.

Ya son cuatro los puntos que se ha dejado el Hércules en estas dos primeras jornadas. El proyecto ilusiona, pero sin contundencia en las dos áreas no se va a ninguna parte. Esa lección es básica.