El presidente del Hércules Juan Carlos Ramírez explicó ayer públicamente los motivos por lo que no acudió, junto a su socio Enrique Ortiz, a la subasta del 88% de las acciones del club que quedó desierta el pasado martes. Y el motivo no es otro que el precio de 600.000 euros fijado por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). El empresario insiste en que pactó un desembolso de unos 300.000 euros por la mayoría de títulos, algo que Manuel Illueca, director del IVF, niega con vehemencia.

«Es una salvajada pedir 600.000 euros por las acciones», afirmó ayer Ramírez, quien añadió. «Su valor es cero, el club no vale ni un euro. Y por este motivo la subasta ha quedado desierta. Enrique (Ortiz) y yo somos los únicos que queremos sacar al Hércules adelante», insistió el presidente del Hércules.

El IVF convocará ahora una segunda subasta del 88% de las acciones con un precio un 15% más bajo (poco más de 500.000 euros), aunque Ramírez no desveló ayer si participará: «Ahora hay una segunda subasta y no sé si legalmente es viable una tercera, lo que está claro es que al final la Generalitat se tendrá que sentar con nosotros para llegar a un acuerdo, no hay más».

Lo que ha quedado claro esta semana es que ningún empresario español o foráneo está interesado en desembolsar 600.000 euros por las acciones de un club que tiene que empezar a pagar de inmediato una deuda de más de 4 millones con Hacienda y renegociar el convenio con los acreedores ordinarios, a los que adeuda otros 9 millones. Por no hablar de la reclamación de 6,9 millones más por parte de la Unión Europea por ayudas estatales ilegales al club por parte del Consell.

«¿Dónde están ahora los inversores chinos y los exjugadores del Hércules que tenían proyectos?», se preguntaba ayer Ramírez. «A la hora de dar el paso al frente con el DNI en la boca, aquí no aparece nadie, por eso sólo pido que nos dejen trabajar para sacar al Hércules de Segunda B», añadió el presidente de la entidad del Rico Pérez.

Ramírez aprovechó su comparecencia ante los medios para elogiar al último fichaje Óscar Díaz, que refuerza la delantera tras desvincularse del Mallorca. «Es un jugador contrastado, que tiene gol y puede actuar como delantero, segundo punta y por las bandas. Nos da muchas alternativas y seguro que nos aporta un salto de calidad», explicó el presidente del Hércules, quien da casi por cerrada la plantilla. «Ahora sólo nos queda una ficha sub´23 libre y vamos a competir con esto, aunque estamos obligados a estar atentos al mercado hasta que se cierre el 31 de junio», concluyó Ramírez.