Se cumplió el guión previsto y la subasta del 88% de las acciones del Hércules quedó ayer desierta al no presentarse ninguna oferta. Ante este previsible resultado, el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) convocará hoy mismo una segunda subasta con una rebaja del 15% sobre el precio de salida inicial, fijado en 597.819 euros, el doble de lo que estaba dispuesto a pagar en primera instancia el presidente del Hércules, Juan Carlos Ramírez.

La ausencia de ofertas sobre el paquete accionarial del club despeja el camino para que el actual mandatario blanquiazul, que va de la mano del empresario Enrique Ortiz en este proceso, pueda convertirse en las próximas semanas en el accionista mayoritario de la entidad.

A las tres de la tarde finalizó el plazo para la presentación de propuestas de compra sin que nadie pujara por un lote compuesto por el derecho de crédito de 15,4 millones de euros del IVF frente a la Fundación Hércules -por el que están embargadas el 72% de las acciones del club- y, por otro lado, por el 15% de los títulos de la entidad que se adjudicó el Instituto en febrero junto al Rico Pérez en la subasta concursal de los bienes de Aligestión, la empresa ligada a Ortiz anterior propietaria del estadio.

A falta de reacciones oficiales, en el entorno del Hércules se daba por hecho que nadie iba a participar en una subasta con un precio de salida «tan desorbitado». El actual presidente siempre ha considerado un «sin sentido» pagar casi 600.000 euros «por unas acciones que tienen un valor cero».

Ni Ramírez, ni ningún inversor externo, estaba interesado en desembolsar esa cantidad por las acciones de un club que tiene que empezar a pagar de inmediato una deuda de más de cuatro millones con Hacienda y renegociar el convenio con los acreedores ordinarios, a los que adeuda otros nueve millones. Por no hablar de la reclamación de 6,9 millones más por parte de la Unión Europea por ayudas estatales ilegales al club por parte del Consell del PP de Francisco Camps.

Ramírez, con la anuencia de Ortiz, anunció reiteradamente que estaba dispuesto a abonar 300.000 euros por la mayoría accionarial del Hércules, pero el director general del IVF, Manuel Illueca, optó por su vía garantista y «de transparencia» y encargó una tasación del valor del Hércules CF a la consultora externa OnetoOne Corporate, que lo fijó en los citados 597.819 euros. «Respetamos el trabajo de las consultoras y las tasaciones que puedan hacer de las empresas, pero el valor de las acciones del Hércules es cero», explicaron ayer fuentes de la dirección del club blanquiazul.

Consumado el fiasco de la primera subasta, el banco del Consell convocará hoy una segunda y última puja con un precio de salida que rondará los 508.000 euros, es decir, 90.000 menos que el inicial por el descuento del 15%. El plazo para la presentación de ofertas es el mismo: 15 días hábiles.

«Mantenemos nuestra idea de partida de transparencia total y de vender las acciones para que no estén en poder del IVF, sino en manos de quien pueda gestionar el club», explicó Illueca.

El Hércules da por hecho que tampoco habrá inversores externos en la segunda subasta y que, de esta forma, se allana el camino para que Ramírez tome el control institucional de la entidad.

De cumplirse este pronóstico, también estaría más cerca la firma del acuerdo con Hacienda para el pago de los 4,5 millones de euros de deuda que Ramírez condicionó a convertirse «de facto» en propietario del Hércules.