Volver a ilusionar tras una temporada decepcionante. Ésa era la ardua tarea a la que se enfrentó la dirección deportiva del Hércules a comienzos de verano. Una vez desbloqueados los problemas institucionales, el primer proyecto de Javier Portillo en solitario ha conseguido reenganchar a la afición con los regresos de Falcón y Samuel y el fichaje del experimentado Juli.

A las órdenes del argentino Gustavo Siviero, técnico del Lleida durante el pasado curso, arranca la cuarta intentona consecutiva del Hércules por el regreso a Segunda División. El ascenso es el único objetivo para la 17/18 y el primer puesto, la vía de acceso rápido a la que se quiere aferrar el club sin miramientos desde la primera jornada.

El grupo III se presume más competitivo que nunca tras los descensos de históricos como el Mallorca y el Elche, más la presencia -un año más- del filial del Villarreal, el Alcoyano o el Atlético Baleares, pero el Hércules inicia la temporada con la mejor plantilla de los últimos tiempos. Sólo los azares del fútbol dictaminarán a final de temporada si la ilusión depositada en los veintiún hombres que hoy abren el campeonato contra el Olot (20:30 horas) no es infundada.

Sobre el papel, el equipo confeccionado por Portillo y Carlos Luque es el más equilibrado de este periplo en Segunda División B. En la portería el club pega un salto de calidad con el retorno de Ismael Falcón, que emprende su tercera etapa en el club. Su llegada espera zanjar las dudas que sobrevolaron la irregular parte de atrás del pasado curso. Las credenciales de Samuel y Santamaría, centrales de la zaga menos goleada de la 16/17, suponen también un plus para un Hércules que terminó la última liga con 40 goles en el saco. Precisamente, sobre este dilema giraron las primeras premisas de Siviero durante la pretemporada: un equipo que se crezca a partir de la solidez defensiva. De poco sirve la preparación estival si luego se arranca la jornada inicial con dudas, pero el balance veraniego del Hércules deja más luces que sombras, sobre todo tras el último envite en el Rico Pérez, en el que se volteó el marcador al Rayo Vallecano, de Segunda División.

Atrás aún hay incertidumbre en el flanco derecho, posición en la que no terminó de convencer Dalmau el año pasado y para la que se ha fichado a Juanjo, del Mallorca B. En el centro del campo, Miñano dio un paso al frente en el primer amistoso en Orihuela y en el último, principalmente, ante el Rayo. No obstante, la sala de máquinas es una de las zonas más pobladas para esta campaña, tras la continuidad de Checa y las incorporaciones del chileno Navarrete y del joven Pepelu, una joya codiciada por los «cocos» de Segunda B y del que se espera mucho más protagonismo que el de un simple meritorio.

Importancia de los sub'23

Siviero cuenta con el mejor fondo de armario de los últimos cuatro años en gran medida por la apuesa de la secretaría técnica de completar las fichas de jugadores sub'23, opción casi olvidada tiempo atrás. Cinco de las seis fichas ya tienen nombre: a las dos del año pasado (Buigues y Salinas), se suman el citado Pepelu y los jugadores del Barcelona B Vilanova y Moha. La marcha de Javi Flores no ha aminorado la brillantez de la zona de tres cuartos del Hércules porque la calidad y la implicación de Juli es, sin ningunda duda, la gran noticia que depara la pretemporada. Junto a él, Gaspar y Chechu y Nieto, jugadores que marcan la diferencia en la categoría si las lesiones les respetan.

A falta de otro ariete, Carlos Fernández será el encargado de llevar el «nueve» a la espalda, un dorsal que a sus últimos portadores en el club les supuso un yugo del que no pudieron escapar. Hoy comienza un nuevo reto.