Carlos Fernández Herrera (Úbeda, 1991) ya es, a todos los efectos, el nuevo delantero centro del Hércules y el hombre llamado a resolver las carencias atacantes que han traído en jaque al equipo alicantino los tres últimos años en su actual travesía del desierto por la Segunda B.

Pretendido por varios equipos, incluso de la categoría de plata, el futbolista jienense de 26 años aseguró ayer durante su presentación que el Hércules siempre fue su «primera opción» y asumió el reto del ascenso como el gran objetivo de la temporada.

«Tenemos la obligación y la presión de ascender porque el Hércules no puede estar en Segunda B», aseveró el jugador procedente del Villanovense en la sala de prensa del Rico Pérez ante su familia y una veintena de aficionados que celebraron su fichaje como el posible remedio a buena parte de los males herculanos.

Ariete de envergadura y buena planta (mide 1,87), «es un delantero de referencia, con gran juego de espalda a la portería y que ataca muy bien el espacio», según le definió el director deportivo Javier Portillo.

El Hércules ya seguía a Carlos Fernández desde que salió del Elche Ilicitano en 2014. El cuerpo técnico blanquiazul le define como «un delantero de muchos registros, grande, con envergadura, que juega mucho para el resto del equipo y es capaz de generarse ocasiones por sí mismo, algo que es muy difícil de encontrar».

«Es un hombre de área que cada año mejora y que busca el primer palo como muy pocos en la categoría», afirman en el club, donde, por encima de cualquier otra virtud, destacan su gran eficacia goleadora. El curso pasado anotó 12 tantos en los 34 partidos que disputó con el Villanovense, «pero lo más importante es su alto porcentaje de goles en relación con el número de ocasiones que tiene por partido. Es muy eficaz».

Carlos Fernández inició su andadura futbolística a mediados de los noventa en la escuela municipal de su ciudad natal, Úbeda Viva, donde muy pronto destacó por ser un jugador con mucha presencia física, pero rápido al mismo tiempo. Convocado por las selecciones provinciales y autonómicas del fúbol base, en el Campeonato Infantil de Andalucía llamó la atención del Atlético de Madrid, que le fichó como cadete. En el conjunto colchonero pasó dos años hasta que fichó como juvenil por el Real Betis, donde permaneció un lustro.

Del club verdiblanco, ya con el filial de Segunda B, pasó a otros equipos de la misma categoría como el Atlético Sanluqueño, Córdoba B, Logroñés y Villanovense. Fue en este equipo extremeño, en el que ha vivido dos diferentes etapas, en el que le bautizaron como «el cazador» y «el Santillana de las vegas altas» por su buen juego aéreo.

Con todo, Carlos Fernández se identifica especialmente con el delantero francés Thierry Henry, que jugara en el Barcelona, Arsenal, Mónaco y Juventus. También el rojiblanco Fernando Torres es otro de sus referentes. «Ante todo, me considero un trabajador que lo da todo por ayudar al equipo», se presentó ayer el jienense.

No siente la presión el de Úbeda por las grandes expectativas que hay depositadas en él por todo el herculanismo. «No me siento especialmente exigido, sino que vento a disfrutar de este gran club», destacó, al tiempo que dijo estar a disposición del entrenador Gustavo Siviero por si lo necesita para el amistoso de mañana (21.00) ante el Real Murcia en La Condomina, aunque se ha entrenado en solitario hasta que el viernes cerró su fichaje por el Hércules.

Seguidor del atletismo y el pequeño de tres hermanos, Carlos Fernández destaca que los exherculanos Adri Cuevas y Rojas, con los que ha compartido vestuario en el Villanovense, le recomendaron que fichara por el Hércules para seguir haciendo lo que mejor sabe: cazar goles.