Con más de un mes de retraso por el bloqueo institucional del club, el cuarto proyecto deportivo del Hércules en esta nueva etapa en Segunda B ya está en marcha. A la espera de que se cierre la llegada del anhelado delantero centro que resuelva la endémica falta de gol del equipo, los pilares sobre los que quiere edificarse el nuevo Hércules de Ramírez, Portillo y Siviero son: el orden táctico y la seriedad del entrenador argentino; la solidez defensiva y la intensidad por norma; el fichaje de jugadores contrastados como Samuel, Falcón y Juli, que aumentan la calidad del grupo, y la renovación de «pesos pesados» como Chechu Flores y Miñano, pretendidos por clubes como el Elche y el Murcia.

Zarandeado por infinidad de problemas económicos e institucionales (la deuda de 4,8 millones con Hacienda, el convenio con los acreedores ordinarios, la reclamación de 6,9 millones por parte de la UE y la subasta de las acciones del club), el primer proyecto de Javier Portillo como máximo responsable en solitario de la parcela deportiva arrancó tarde y hasta sin campo de entrenamiento, pero ya está lanzado. Y no valen excusas ni lamentos: el único objetivo vuelve a ser el ascenso a Segunda A.

Solidez en defensa

Un equipo solidario, cerrado y bien ordenado desde atrás

Las delanteras ganan partidos y las defensas campeonatos. Sucede en todas las categorías, pero especialmente en Segunda B. El Hércules ha pagado muy cara su falta de contundencia defensiva durante las últimas temporadas en Segunda B (el desplome del equipo de Tevenet, la final por el ascenso ante el Cádiz...) y este curso quiere solucionar el vacío dejado por la marcha de dos zagueros de la talla de Álex Muñoz y Atienza. Para apuntalar la retaguardia, Portillo eligió a los dos centrales con mejores números de los 80 equipos de la categoría (sólo 20 goles encajados en la liga regular): el alicantino Samuel y el navarro Mikel Santamaría. La portería era otra asignatura pendiente y el club apostó por la vuelta de Ismael Falcón, arquero contrastado y comprometido, con muchas horas de vuelo en Segunda A, que, además de seguridad, también debe aportar -junto a Peña, Samuel y Chechu- ese liderazgo en el campo que tanto se echó de menos el curso pasado. A la espera de la recuperación de Peña, de su codazo en el amistoso ante el Cartagena y de su mejor versión, la defensa cuenta con otras dos caras nuevas -el prometedor Juanjo Nieto y Connor- que sumar al siempre esforzado Pol Bueso.

Orden táctico

La filosofía de trabajo de Siviero sintoniza con todos los estamentos del club

A las primeras de cambio, «el libreto» del entrenador Gustavo Siviero ha sintonizado con todas las áreas del club; desde el vestuario a los despachos, donde conviven dos almas distintas condenadas a entenderse: la pragmática y resultadista del presidente Ramírez y la voluntarista del director deportivo Portillo. La solidez defensiva de un equipo que se arma desde atrás y defiende en todo el campo, la intensidad y la concentración son irrenunciables. «Basta con ver el ritmo alto de trabajo en sus entrenamientos para comprobar que hay un alto nivel de exigencia», destacan en el club. «Es muy serio, profesional y de trato exquisito. Tiene hambre y sabe que está ante una gran oportunidad», añaden. Pero la labor de Siviero no será sólo técnica y táctica. Con un buen número de jugadores de la campaña pasada a sus órdenes, el técnico debe recuperar anímica y psicológicamente a esos futbolistas que bajaron los brazos a mitad de curso y contribuyeron al fracaso del anterior proyecto.

Fichajes contrastados

Samuel, Falcón y Juli deben marcar diferencias y elevar el nivel de exigencia

Además de los citados Samuel y Falcón -que ya ejercen su liderazgo en el vestuario-, la dirección deportiva ha apostado por el alcoyano Juli como otro fichaje con peso y reclamo, llamado a marcar diferencias y a elevar el nivel de autoexigencia de un grupo demasiado acomodado y por momentos indolente. El alcoyano, que cumple 36 años el próximo miércoles, llega al Rico Pérez avalado por sus grandes números en Segunda A, donde ha jugado una media de 33 partidos en cada una de las ocho temporadas en las que militó en la categoría de plata.

La estrategia de los refuerzos ha sido la de subsanar los errores del curso pasado y redoblar la calidad del grupo línea por línea. Aún queda pendiente la llegada de dos delanteros centro. Uno parece ya cerrado, el alicantino David Torres, procedente del Alcoyano, aunque el club quiere hacer un esfuerzo especial por un ariete titular procedente de Segunda A.

Referentes

La continuidad de Chechu Flores y Miñano, un «golpe de efecto»

Pretendidos por clubes con pedigrí en la categoría como Elche, Real Murcia y UCAM Murcia, el Hércules se jacta de haber retenido a Chechu y Miñano, dos de los jugadores con más calidad en la plantilla y con mayor predicamento entre la afición. Si Nieto y Javi Flores recuperan su nivel físico y técnico, la zona de creación blanquiazul será de las mejores de la categoría.