Por fin, el IVF (Instituto Valenciano de Finanzas ) ha dado luz verde a la subasta del Hércules, iniciando un proceso que debe finalizar con Juan Carlos Ramírez y Enrique Ortiz como propietarios de la entidad alicantina. El presidente blanquiazul ya dejó bien claro en el Salón Azul del Ayuntamiento de Alicante su intención de acudir a la subasta para poder seguir inyectando dinero a la entidad («lo que no vamos a hacer es invertir en una casa que no es la nuestra»). Una vez conseguida la propiedad del Hércules el siguiente paso será llegar de nuevo a un acuerdo con Hacienda y posteriormente renegociar el convenio de acreedores. La multa de 6,9 millones de Bruselas ya se afrontará cuando llegue. De momento, el club tratará de ir cerrando frentes, que no son pocos.

La subasta da salida a un lote compuesto, por un lado, por el derecho del crédito de 15.425.002,95 euros que ostenta el IVF frente a la Fundación del Hércules (en virtud del cual pesa un embargo sobre el 72,71% de las acciones del club) y, por otro, por las acciones del Hércules CF, SAD que se adjudicó el Instituto tras la subasta concursal de los bienes y derechos de Aligestión Integral (que representan un 15,07% adicional del capital social del club alicantino).

El lote a subasta sale con un precio base de 597.819,46 euros. Cabe recordar que para determinar este precio, el IVF solicitó a la consultora externa OnetoOne Corporate Finance un informe de valoración del Hércules CF. Para poder participar se exige un depósito del 5% de la puja mínima, es decir, de 29.890.98 euros.

Serán válidas todas las pujas que se presenten hasta las 15:00 horas del día 22 de agosto, siendo la apertura de los sobres tendrá lugar el día 23 de agosto a las 11:00 horas.

Ganará el mejor postor y las propuestas inferiores al precio de salida quedarán desestimadas. Si la subasta queda desierta tendrá lugar otra segunda por 507.000 (un 15% menos). Salvo sorpresa mayúscula (ya que las cargas económicas que deberá soportar el futuro propietario ahuyentan a cualquier inversor), Ramírez y Ortiz serán los únicos que participen en la puja, no descartándose que quede desierta la primera fecha para conseguir un precio menor.

Esta subasta va encaminada a recuperar los fondos que el IVF inyectó en el Hércules CF en forma de aval, al que el organismo público valenciano tuvo que hacer frente ante los impagos del club frente la entidad acreedora.

Ser dueño del club alicantino conllevará una serie de compromisos que asustan. Por lo pronto, toca avalar o desembolsar 4,3 millones ante Hacienda y también hacer frente a los 6,9 que probablemente toque devolver al Consell por recibir ayudas ilegales de estado en condiciones fuera de mercado. Bruselas fallará en breve en este sentido. Además, el Hércules también tiene 9 millones de euros en el convenio con los acreedores que está pendiente de negociación.

«Nuestro deber es recuperar el máximo posible de los fondos públicos que el anterior Consell enterró en el Hércules. Esto es lo que nos llevó a participar en la subasta de los bienes de Aligestión, tras la que resultamos adjudicatarios del Rico Pérez y del 15% de las acciones que ahora sacamos a subasta, junto con el crédito que ya teníamos frente a la Fundación por haber pagado el aval que se prestó hace años», explicó Manuel Illueca, director general del IVF, días atrás cuando el organismo valenciano anunció el precio de salida de la subasta.

La adjudicación se efectuará a favor del postor que haya presentado la oferta económica más alta y en el caso de que existan varias pujas de igual importe, en favor de la oferta que se haya presentado en primer lugar en el registro de entrada del IVF.

De esta forma, el Hércules ya tiene lo que quería para seguir avanzando para tratar de reflotar una entidad en quiebra pero con un proyecto deportivo más que ilusionante.