El Hércules recuperó ayer parte del lustre perdido en este lodazal de la Segunda División B con la vuelta de uno de sus hijos pródigos: Samuel Llorca. El bochorno no impidió que un centenar de aficionados acudiera al Rico Pérez a las 12.00 para arropar al central alicantino en su regreso a casa cinco años después. El central esperaba un buen recibimiento pero no tantas muestras de cariño e ilusión, por lo que no pudo contener la emoción en las primeras palabras de su discurso. Acompañado por su hijo Thiago, su mujer y varios familiares, Samuel, de 32 años, se definió como «alicantino y herculano» y confió en poder devolver al equipo de su tierra al fútbol profesional.

«Mi sueño era volver al Hércules en buena condición física para ser importante y lo he conseguido. Ahora lo pondré todo de mi parte para salir de esta Segunda B donde no merecemos estar», afirmó el zaguero.

Samuel se formó en las categorías inferiores del equipo alicantino y formaba parte del Hércules que ascendió a Segunda en 2005 dirigido por Mandiá y con jugadores como Sergio Fernández, Álvaro Cámara o Miguel de las Cuevas. Esa temporada no llegó a debutar y se marchó en busca de oportunidades al Alone de Guardamar. De ahí fue a parar después al Elche, equipo que relanzó su carrera desde 2006 hasta 2011. Pero al recibir la llamada de Sergio Fernández, director deportivo del Hércules, desembolsó 400.000 euros para marcharse libre y recaló en el conjunto blanquiazul. Al término de ese curso 11/12, el club se vio obligado a venderlo al Celta por 600.000 euros para hacer caja.

Ya de vuelta en el Rico Pérez, Samuel afirmó ayer que ahora es un jugador más completo: «Es normal que físicamente esté un peldaño por debajo pero ahora me equivoco menos, estoy más concentrado y, de alguna manera, soy mejor».

Al poco de llegar al Celta, una grave lesión de rodilla le cerró las puertas de Primera y probó suerte, en Segunda, en equipos como el Alavés y el Valladolid. La pasada campaña disputó 43 partidos con el Racing de Santander, con el que se quedó a las puertas del ascenso a la categoría de plata. «Ser primero te da muchísimas posibilidades de subir, lo sabemos todos y por ello vamos a pelear», señaló Samuel, quien considera «clave» arrancar bien la Liga el próximo 20 de agosto.

Cimientos

El alicantino considera que el secretario técnico Javier Portillo acierta al construir el nuevo equipo desde la defensa, ya que los otros dos fichajes son el portero Ismael Falcón y el central Mikel Santamaría, compañero de Samuel en el Racing.

«Los equipos que consiguen objetivos se construyen desde atrás, empezar la casa por los cimientos me parece una buena idea porque no encajar goles es clave», añadió el primer fichaje del nuevo Hércules.

Por su parte, Portillo destacó el valor de su fichaje para el nuevo proyecto. «Samuel representa los valores que necesitábamos, nos da un salto de calidad tremendo y es alicantino, para nosotros era una prioridad máxima», reconoció el secretario técnico.