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No hay dos sin tres

Samuel y Falcón inician su tercera etapa en el Hércules como piezas fundamentales en el nuevo esquema de Siviero. Ambos regresaron por segunda vez al club en la 2011/12, tras el descenso de Primera

No hay dos sin tres

El Hércules 17/18 por fin empieza a esbozar su silueta y sus primeras caras nuevas son dos viejos conocidos de la afición herculana. Samuel y Falcón regresan al Rico Pérez con la vitola de fichajes estrella en el cuarto intento de ascenso a 2ª división.

Ambos, habiendo superado ya la treintena, emprenden su tercer periplo en el club; el primero de ellos en 2ªB, una categoría en la que apenas han jugado. Samuel, en su primera experiencia en ella, viene de ser el eje de la zaga del Racing de Santander, que se quedó a las puertas de la división de plata al perder el play-off contra el Barcelona B. Falcón, por su parte, baja un peldaño doce temporadas después, tras dos años en los que no ha gozado de demasiados minutos en Córdoba y Tenerife.

Samuel Llorca (Alicante, 1985) entró en la cantera blanquiazul con 12 años y llegó a entrenar a las órdenes de Mandía cuando tenía ficha del filial. De ahí se marchó al Alone, de donde lo fichó el Elche para el Ilicitano. En la 06/07 David Vidal le hizo debutar en las dos últimas jornadas de 2ª, una de ellas precisamente contra un Hércules repleto de canteranos en el Rico Pérez. Al curso siguiente, con 22 años, ya se consolidó como un central expeditivo y con gran manejo del juego aéreo. En el conjunto franjiverde permaneció hasta 2011, llegando a ser uno de los capitanes. En su última campaña jugó menos de lo habitual al formar parte del «motín Martí Crespí», en el que varios jugadores se quejaron del entrenador Bordalás al por entonces consejero delegado, Juan Carlos Ramírez. Al término de la campaña, los representantes del central alicantino pagaron al Elche por su libertad y recaló en un Hércules recién descendido a 2ª división.

Aquella temporada, la 11/12, se reencontraba con Mandía, técnico que le había subido a entrenar con el primer equipo cuando era jugador del filial. Su regreso fue un éxito desde el día de su presentación, en el que doscientos aficionados se reunieron en el Rico Pérez para recibirle como al hijo pródigo. Involuntariamente protagonizó la expulsión del Hércules de la Copa tras jugar el partido contra el Eldense estando sancionado del curso anterior, cuando era jugador del Elche.

Tras una gran temporada a nivel personal, en la que fue indiscutible y hasta marcó cinco goles, se marchó por algo más de medio millón de euros a un Celta recién ascendido a 1ª, categoría en la que sólo pudo disputar un partido por dos lesiones de ligamento cruzado, una en cada pierna. De ahí pasó al Alavés, nuevamente a las órdenes de Juan Carlos Mandía, y luego al Valladolid, donde jugó dos temporadas hasta que fue cedido al Racing de Santander la pasada temporada, donde ha vuelto a rayar de nuevo a un gran nivel.

Por su parte, Falcón (Cádiz, 1984) aterrizó cedido en la portería del Hércules en enero de 2007, tras el tumor testicular que se le diagnosticó a Sergio Aragoneses y los constantes compromisos internacionales que Kossi Agassa tenía con la selección de Togo. Aquella temporada no ocupó plaza profesional, sino de jugador amateur y jugó con el dorsal 30. Al término del curso, regresó al Atlético de Madrid y luego pasó tres campañas en el Celta, de donde llegó al Hércules como agente libre. Al igual que Samuel, Falcón llegó en julio de 2011 para apuntalar a un Hércules recién descendido de 1ª división. El equipo, que se mantuvo líder de octubre a diciembre, se cayó con el nuevo año y perdió a las primeras de cambio en el play-off contra el Alcorcón. El portero gaditano no pudo jugar el último mes y medio de competición por una lesión de menisco y le sustituyó Juan Carlos. Los dos años siguientes volvió a ser indiscutible en un Hércules de capa caída; primero, en la milagrosa salvación que comandó Quique Hernández y después, en el irremediable descenso de la 13/14. Durante su segunda etapa, se mostró como uno de los porteros más solventes del club en la última década y dejó actuaciones para el recuerdo, como la tarde en que paró dos penaltis al madridista Jesé.

Tras un paso discreto por Alcorcón, Córdoba y Tenerife, Ismael Falcón regresa a 2ªB doce años después de jugar con el filial colchonero. A partir del miércoles competirá por un puesto en la portería con Iván Buigues.

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