El alcalde de Alicante Gabriel Echávarri ha asegurado esta mañana que no ve con buenos ojos las negociaciones abiertas por el Hércules con el Lorca para comprar la plaza del club murciano en Segunda por una cantidad aproximada de unos 9 millones de euros. "No me gusta esta alternativa porque supondría que el Hércules deja de pagar lo que debe. Yo he defendido al club porque ha presentado un proyecto serio en el que se compromete a devolver hasta el último euro, pero esto es diferente". En opinión del alcalde, el Hércules "debe subir a Segunda por méritos deportivos y va más allá al asegurar que "con esos 9 millones que cuesta la plaza del Lorca, el club estaría salvado económicamente", aunque con la salvedad de que la plaza del Lorca es de Segunda División.

A la vista de la crítica situación institucional y financiera que vive el Hércules con la Agencia Tributaria y el resto de acreedores, el club blanquiazul ha decidido explorar otras vías para su supervivencia. Así, mientras sufre la inflexible posición de Hacienda y su exigencia de los 4,2 millones, la entidad que preside Juan Carlos Ramírez ha abierto una negociación con el Lorca FC para comprar su plaza de equipo recién ascendido a Segunda División A.

El Hércules no quiso ofrecer ayer ninguna valoración sobre esta negociación, más allá de confirmar sus reuniones con el grupo inversor chino y la Federación Española de Fútbol. En todo caso, el club alicantino es consciente de que su grave bloqueo institucional puede llevarle a la liquidación este mismo verano y, ante ese panorama, ha abierto la vía de la posible refundación mediante la compra de los derechos del Lorca FC para mantenerse activo y jugar incluso en el fútbol profesional.

El conjunto murciano está en poder de un grupo inversor chino liderado por el empresario Xu Genbao que ha decidido replegarse a su país y poner a la venta la licencia del equipo para competir en la División de Plata por unos nueve millones de euros, según fuentes conocedoras de la operación. La plaza no sólo ha sido ofrecida al Hércules, sino que también interesa a otros clubes que quieren competir en el fútbol profesional. De hecho, el club murciano no ha realizado ninguna planificación para la próxima temporada desde que ascendiera el pasado 27 de mayo tras eliminar al Albacete.

Ahora bien, aunque la Segunda A entra de lleno en la competencia y jurisdicción de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) debe intervenir en el proceso para autorizar el cambio de un equipo de una federación autonómica a otra, como sucedería en el caso del Lorca FC y el Hércules de Alicante. Y, de entrada, la Federación que preside Ángel María Villar -enfrentado de lleno con el presidente de la LFP Javier Tebas- es reticente a esta operación.