Tras su destitución como entrenador del Hércules, Luis García Tevenet dejó ayer una última polémica en su paso por Alicante. El entrenador no quiso despedirse a través de los medios de comunicación y prefirió hacerlo mediante los canales oficiales del club blanquiazul. Durante la mañana de ayer la entidad del Rico Pérez dio a conocer una carta escrita por el sevillano en la que se despedía de sus compañeros en el Hércules, de los técnicos que le han acompañado y de los empleados del club. El estupor llegó al comprobar que el técnico andaluz no escribió una mísera línea para decirle adiós a la afición, en un gesto, cuanto menos, poco elegante.

Al margen de eludir citar a la afición, en una acción que deja patente su malestar con el público del Rico Pérez, Tevenet escribió una última frase en su misiva que profundiza en esta polémica. «Quiero dar las gracias a mis jugadores, sin ellos y con ellos. Si algunos supieran lo que sufrís por esta camiseta seguramente otro gallo cantaría. Sé que lo podéis y lo vais a conseguir. Darle duro», manifestó el sevillano en un mensaje en el que viene a quejarse de que, desde fuera del club, no se valora el sacrificio que los futbolistas blanquiazules hacen para lograr el ascenso.

Un hecho que también llamó ayer la atención fue que ninguno de los jugadores de la plantilla del Hércules envió algún mensaje de ánimo para despedirse de Tevenet a través de las redes sociales, a pesar de que algunos de ellos son bastante activos en internet. El sevillano, por su parte, ya había reivindicado durante las últimas semanas el trabajo que llevan a cabo los que hasta el domingo eran sus futbolistas. Sin ir más lejos, tras el reciente derbi en Elda dijo una de las frases que más ha marcado su paso por Alicante: «Estos son los jugadores con los que tenemos que ascender y, el que no lo vea, que se compre un paraguas».

Antes de aquella proclama en Elda Tevenet ya se había quejado de que Alicante fuera «una ciudad con blancos y negros, en la que nunca hay grises». Tras la derrota contra el Badalona en el Rico Pérez, el sevillano dio un paso más en sus quejas y lamentó la actitud del público: «Nos están soplando desde el minuto 15». En aquella rueda de prensa el entrenador manifestó su decepción por el exceso de presión que tanto la afición como la prensa ejercían sobre el Hércules y que atenazaba a sus jugadores.

El domingo, en la última tarde de Tevenet como blanquiazul, volvió a quedar claro que el divorcio entre el técnico y la grada era total. El sevillano ya fue pitado desde que su nombre fue anunciado por megafonía antes del partido contra el Hospitalet. En los últimos momentos, con el empate en el marcador, los seguidores comenzaron a gritar «Tevenet, dimisión». Y los pocos que quedaban cuando salió del estadio también le increparon.