De nada le sirivió a Luis García Tevenet el paripé del pasado lunes en el que el apoderado Juan Carlos Ramírez le ratificó como técnico del Hércules técnico Hércules con toda la plantilla detrás. La tozudez de los resultados ha dilapidado el crédito del técnico sevillano. Bastó ayer un triste empate ante un rival de la zona baja como el Hospitalet para provocar el despido de un Tevenet que se negó a dimitir pese a que la grada se lo pidió al unísono en los minutos finales. «Lo fácil hubiera sido echarme», reconocía el ya expreparador blanquiazul el pasado viernes. Y es que los síntomas de agotamiento que daba su equipo eran evidentes para todos menos para Ramírez, que le ha defendido a capa y espada. Este Hércules lleva dos meses calcando errores y desangrándose en la clasificación. El despido del entrenador llega a falta de diez partidos y el Hércules continúa en una situación crítica: a cinco puntos del cuarto, el Badalona, y con el golaverage perdido.

Con Tevenet ya en la calle, el club da galones por el momento a Carlos Luque, técnico del filial. El preparador valenciano llegó al Hércules la pasada campaña como ayudante de Vicente Mir y su trabajo en el Promesas ha sido notable, ya que su equipo es tercero y uno de los serios candidatos al ascenso.

Los resultados de la jornada de ayer eran, una vez más, idóneos para el equipo blanquiazul, pero una nueva demostración de impotencia le dejó a las puertas de la victoria ante un Rico Pérez que sólo estalló en los minutos finales, en los que pidió la dimisión de un Tevenet que de nuevo no supo darle soluciones a un grupo de jugadores deprimidos, atenazados y temerosos. A este Hércules, que sólo ha sumado un punto de 24 posibles ante rivales directos, se le hace un mundo cualquier partido ante cualquier oponente y ayer tampoco fue capaz de someter a un Hospitalet que pelea por no bajar a Tercera.

Ni jugar con el público y el marcador a favor fue suficiente. A los 14 minutos, Miñano adelantó a los locales tras una buena maniobra con centro de Mainz. El balón pasó por encima de Dani Mallo y el alicantino sólo lo tuvo que empujar a la red.

Capítulo aparte merece el esperpento de la portería. El ya extécnico sorprendió a propios y extraños al apostar por Chema de inicio ya que el canterano Iván Buigues no es, ni de lejos, uno de los principales responsable de la crisis de juego y resultados. Esta decisión arriesgada no pudo salir peor, ya que el oriolano pidió el cambio a los tres minutos por una lesión muscular. Se marchó del terreno de juego llorando mientras Tevenet renegaba con la cabeza.

El gol de Mainz no cambió la disposición táctica de un Hospitalet limitado pero valiente, que quiso siempre sacar el balón jugado desde atrás y mantuvo su presión alta. Aún así, el Hércules dispuso de ocasiones claras para irse al descanso con una renta mayor y evitar sufrimientos. La más clara llegó en el 35' cuando Mainz le ganó la espalda al central Juste y se iba solo hacia la portería. Fue agarrado descaradamente y el colegiado lo pasó por alto para indignaciónde la grada e incredulidad del punta de Sádaba.

Pese a que el partido estaba encarrilado, los jugadores del Hércules no se quitaron de encima ese miedo que les atenaza desde hace demasiadas semanas y el Hospitalet rondó seriamente el gol en un error grave de Pol Bueso y en un mal despeje con el pie de Iván Buigues. Con todo, los blanquiazules se marcharon al descanso con 1-0 y leves pitos por las dudas transmitidas.

La puesta en escena del segundo acto sí fue ambiciosa por parte del Hércules, que dio un paso al frente, encerró al cuadro catalán en su área y estuvo muy cerca de marcar el 2-0, en el 52', en un acción en la que Javi Flores se adornó de tacón en vez de rematara a puerta a la media vuelta cuando estaba en posición inmejorable dentro del área.

Cuando mejor estaba el Hércules y la grada se había enganchado definitivamente con el equipo, llegó el gol del Hospitalet. El cuadro catalán superó con mucha facilidad a Juanma Espinosa y Checa por el centro y dirigió un letal ataque por la banda izquierda que culminó con un primer remate desbaratado milagrosamente por Iván y un segundo ante el que nada pudo hacer Román como improvisado portero.

El 1-1 llegó en el 52' y el Hércules tenía toda la segunda parte por delante para darle la vuelta a un marcador, algo que aún no ha conseguido por increíble que parezca. Tevenet tardó un mundo en juntar a dos delanteros, no lo hizo hasta el 75', y las ocasiones se sucedieron con la misma sensación de impotencia de partidos anteriores. Berrocal falló dos remates de cabeza claros y en buena posición y la mejor oportunidad llegó en un testarazo de Román a la salida de un córner.

Por su parte, el Hospitalet pudo marcar el 1-2 y hurgar aún más en la herida con un disparo de Benji tras una contra en el 87´. La derrota puso punto y final a la era Tevenet y puede que también a la temporada. La promoción sigue a cinco puntos y quedan 10 partidos.