El director del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Manuel Illueca, trasladó ayer al alcalde de Alicante, el también socialista Gabriel Echávarri, los planes del banco del Consell una vez que se materialice en las próximas semanas su condición de propietario del estadio Rico Pérez. En síntesis, el IVF propone al Ayuntamiento un convenio renovable de cesión de uso del estadio por el que el consistorio se convertirá en gestor del recinto deportivo a cambio de una cantidad económica anual aún por concretar.
El Instituto también confía en que el Ayuntamiento elimine en breve las reticencias de su concejalía de Urbanismo a la inscripción de la cláusula resolutoria en la transmisión del estadio -la garantía de posesión del comprador-, una vez que Aligestión cesará en breve en la propiedad y dada la voluntad del IVF de devolver el Rico Pérez al consistorio.
Illueca y Echávarri comieron ayer en Valencia, tres días después de la subasta de los bienes de la mercantil Aligestión, en la que el IVF se convirtió en el mejor postor al ofrecer 3.750.000 euros por el estadio y el resto de activos. Si no se presenta otra oferta superior, en las próximas semanas el banco del Consell se convertirá en el nuevo propietario del estadio.
Aunque la fórmula planteada por el Instituto es similar a la que estaba hasta ahora vigente entre Aligestión y el Hércules -por la que el club pagaba el 7% de sus ingresos anuales a la propietaria por el uso del Rico Pérez-, el IVF descarta subrogarse en ese convenio, dado que su intención es limitar el reparto de actores en este nuevo escenario al Instituto y el Ayuntamiento. Es decir, dejar fuera de «la ecuación» al Hércules, sin perjuicio de que el consistorio pueda acordar con el club los acuerdos de uso y disfrute que considere oportunos.
De modo que la intención del Consell es retener la propiedad del estadio hasta que consiga venderlo por un precio que le parezca «satisfactorio» y que los usos del Rico Pérez los decida el Ayuntamiento de Alicante. El IVF considera que con este planteamiento se consigue un primer objetivo de «devolver el estadio a los alicantinos» y la posibilidad futura de recuperar el dinero prestado a la Fundación Hércules en caso de ascenso deportivo.
