El estadio José Rico Pérez saldrá a subasta pública antes de 15 de enero, tal y como desveló ayer Miguel Hernández, administrador concursal de Aligestión Integral, sociedad dueña del inmueble y que se encuentra en fase de liquidación.

La primera puja por la instalación (por 14,7 millones más el 16 % de acciones del club) ya quedó desierta y a esta segunda, por vía judicial, se prevé que acuda el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), organismo dependiente de la Generalitat, que se quedaría con el inmueble para saldar así parte de la deuda que mantiene Aligestión con ella y que asciende a 18 millones.

El administrador concursal advirtió ayer, al término de la junta general de accionistas, de que el nuevo propietario del Rico Pérez (si lo hay) podría impedir al Hércules jugar en el estadio, ya que adquiriría la instalación «sin cargas ni gravámenes», lo que supone que el convenio firmado por el club blanquiazul para el uso del estadio hasta 2032 quedaría en papel mojado.

Como no podía ser de otra manera, la entidad blanquiazul, a través de su presidente Carlos Parodi, dejó ayer clara su intención de renegociar este vínculo. «No podemos permitir que el Rico Pérez caiga en manos extrañas, es un patrimonio de los herculanos y de la ciudad», afirmaba también el alcalde Gabriel Echávarri en julio.

No se ha hecho público el precio de salida del inmueble, que fue tasado por Tinsa en 2012 por 13 millones de euros. Por su parte, el Hércules compró el estadio al Ayuntamiento hace ocho años por 7,8 millones. El suelo ocupado ahora por el coliseo blanquiazul es de uso dotacional y no urbanizable.

El edicto con las condiciones de la subasta saldrá antes del 15 de enero y los interesados disponen de 20 días para presentar sus ofertas en el juzgado. Si la puja queda nuevamente desierta, es probable que el siguiente paso sea rebajar el precio fijado inicialmente.

En su día, el anuncio de enajenación de activos de Aligestión dividía los activos en dos lotes de venta. El primero, que se valora en unos 14,7 millones de euros, incluía, entre otras cosas, la propiedad del estadio y más de 3,6 millones de títulos del club alicantino, que suponen un 15% por ciento de su capital social. «Anticiparse a posibles hechos no tiene mucha razón de ser. Hay que esperarse al devenir de la subasta judicial y entonces ya nos sentaremos a negociar con el nuevo dueño del estadio», comentó Carlos Parodi, presidente del Hércules, al término de la junta general de accionistas.

«A día de hoy el convenio está vigente y si hay que volver a negociarlo e, incluso, mejorar las condiciones de uso, lógicamente nos sentaríamos», concluyó el presidente blanquiazul.