La goleada recibida en el derbi en Alcoy sirvió para que el Hércules tocara fondo en la presente temporada. Tres días después el equipo resucitó en la Copa ante el Barcelona. El empate frente al coloso azulgrana, más allá de permitirle llegar vivo al Camp Nou, sirvió como rearme anímico para la plantilla. Los jugadores se vieron capaces de competir contra un gigante y decidieron trasladar esas sensaciones a la rutina mundana de la Segunda B. La pasada jornada plasmaron un partido redondo frente al Atlético Baleares y ayer ampliaron las buenas sensaciones de los últimos días con un convincente triunfo en la visita al Mallorca B. Tevenet ha encontrado el camino y ahora debe luchar para que los suyos no se salgan de una senda que debe llevarles a pelear el liderato contra Barcelona B y Alcoyano.

La victoria en la isla ha permitido, precisamente, recortar dos puntos a los equipos que están en cabeza y que ahora aventajan al Hércules en seis puntos. Tras una primera parte irregular, los blanquiazul dieron un paso el frente en el segundo acto, fueron decididamente a por el Mallorca B y acabaron encontrando su premio gracias a los tantos de los delanteros Mainz y Salinas. Mucho mérito el de los alicantinos, que acabaron con la racha de más de 700 minutos del conjunto filial sin encajar ningún gol. La sipnosis del encuentro remitió directamente al último triunfo a domicilio, el pasado 16 de octubre en Hospitalet, en el que el equipo hizo la diferencia tras el descanso después de un primer tiempo irregular.

Tevenet decidió apostar por el mismo once que la pasada jornada superó al Atlético Baleares, toda vez que Chechu Flores dejó en mero susto sus molestias físicas. El Hércules no se durmió en un partido jugado en un horario más propio del fútbol de categorías inferiores. El equipo salió con la lección bien aprendida, dispuesto a aplicar una de las máximas del entrenador sevillano: portería a cero. Y cuando no alcanzó con el buen hacer de los defensas, emergió la figura de Iván Buigues, gigante con tres paradas de mérito para firmar su mejor actuación en su todavía incipiente carrera en el Hércules.

Tras quince buenos minutos, con tres remates de Gaspar y Miñano que no encontraron el marco local, los blanquiazules sufrió una desconexión, su fútbol perdió carrete y el control pasó a ser del Mallorca B en el primer día en el banquillo de Pepe Gálvez y Alfonso Pérez Muñoz. Aunque su gran ocasión llegó en forma de regalo herculano. Miñano cometió un grave error al perder el balón en un saque de banda a favor y dejó a su espalda una autopista para la contra del filial. La acción finalizó en un mano a mano en el que Iván Buigues le ganó la partida al delantero Cedric.

El paso por los vestuarios le sentó mejor al Hércules. Y eso que en menos de cinco minutos el Mallorca B tuvo dos buenas ocasiones en las botas de Álex Serrano y Cano, otra vez bien resueltas por Iván Buigues. Los de Tevenet le aplicaron una marcha más al juego, creyeron en la victoria y el duelo se empezó a inclinar hacia la meta de Parera. Era cuestión de tiempo que llegara el gol pero la fortuna parecía en contra cuando Mainz se estrelló dos veces con el poste en la misma jugada a la hora de partido.

La suerte que le faltó al delantero aragonés acabó recompensando a Salinas en el 0-2, en el que el canterano presionó al portero del Mallorca B hasta provocarle una pifia en forma de mal despeje que chocó contra su pierna para acabar en el fondo de la portería. Antes de que el canterano sentenciara, el propio Mainz se encargó de abrir el marcador y ponerle fin a la racha de los baleares sin encajar. Supo definir bien una asistencia de Chechu en forma de preciosa cuchara.

El último cuarto de hora sirvió para que Nieto reapareciera después de varias semanas ausente. Otra noticia positiva para sumar al buen momento de un Hércules que camina por la senda correcta. Ahora le toca ganar a Cornellà y Gavà en el Rico Pérez.