Sagunto, Badalona... Si el Hércules no quiere jugar más en estos campos tan inhóspitos ya sabe lo que tiene que hacer: salir por patas de esta Segunda B tan cruda y regresar al lugar que le corresponde por su historia. Para ello tendrá que hacer mucho más que lo mostrado ayer contra el Atlético Saguntino. Los blanquiazules apenas inquietaron a su rival con un único disparo a puerta, un cañonazo de Omgba que fue repelido por el guardameta Adri. En uno de los peores campos de la Liga, ante un rival que fue un dolor de muelas y con un público muy hostil con todo lo que oliera a Alicante, los de Tevenet pasaron demasiados minutos a merced de su oponente, superados y sin capacidad para ofrecer una respuesta.

Tras un comienzo de encuentro sin mucha chicha, con dos disparos sin mayor peligro de José Gaspar y Berrocal, el partido se inclinó sin remedio hacia la portería del Hércules. El Saguntino, con pierna fuerte y colmillo afilado, fue ganando poco a poco terreno a los blanquiazules sin que les contestaran. Cada balón parado era un envío al área, daba igual si fuera en una falta en medio campo, un saque de banda o un córner. Así, los de Tevenet se empotraron contra Chema. No había continuidad en el juego, nadie era capaz de darle hilo al fútbol. Balón largo, disputa, falta y otro pelotazo de nuevo.

Ante este escenario el Saguntino soltó una descarga sobre la portería del Hércules. En apenas cinco minutos fueron capaces de crear cuatro ocasiones de gol muy claras. El único que no se sometió al dictado local fue Chema, un gigante en el Nou Morvedre con paradas de mucho mérito. Sus intervenciones sostuvieron al equipo y le permitieron salvar un punto que mantiene a los de Tevenet en la zona de promoción. Y cuando no le alcanzó la mano o el pie a Chema, tuvo la fortuna de cara con un larguero que escupió un cabezazo de Néstor a la salida de un saque de esquina.

El 11 del Saguntino fue uno de los más incisivos a la hora de buscar el gol. Encontró réplica en su compañero David Fas en el otro extremo. Los dos atacantes fueron de lo mejor de los valencianos junto al ariete Esteve, un punta muy móvil que trajo a Rojas por la calle de la amargura. El sevillano pagó el peaje de sus dos meses lesionado y el Hércules echó en falta la presencia de Pol Bueso en el eje de la zaga. De los delanteros blanquiazules no hubo noticias durante el bombardeo local. Tevenet tuvo que corregir su apuesta inicial pasando a Chechu Flores al centro para juntarse con Checa y Omgba y desplazando a David Mainz al extremo derecho.

Parecía buena la apuesta inicial del entrenador sevillano para hacer frente a lo que le esperaba al Hércules en Sagunto. Tevenet optó por el músculo de Omgba para acompañar a Checa en la medular en detrimento de virtuosos como Miñano o Javi Flores, a los que reservó para la segunda parte. El técnico ordenó a los suyos en un 4-4-2 con la presencia de Mainz y Berrocal en el once por primera vez. Quería fútbol directo y segunda jugadas. Nada de lo que expone la teoría le funcionó a los blanquiazules, sobre todo en la primera parte.

La llegada del descanso fue una bendición y el paso por los vestuarios parecía despertar al Hércules. Los alicantinos iniciaron la segunda parte con el trallazo de Omgba que casi acaba en gol. La declaración de los blanquiazules no fue a más y el equipo volvió a recular. El dominio del Saguntino no fue como en la primera parte, el segundo acto estuvo más disputado. Eso sí, la única ocasión que hubo hasta el final fue para el local Lois. Como no podía ser de otra forma, llegó tras un balón parado y otra vez volvió a emerger Chema, auténtico sostén blanquiazul.

Sus paradas permitieron al Hércules sacar un empate en territorio hostil y mantenerse en la zona VIP. Los alicantinos siguen en la cuarta plaza, empatados a 21 puntos con Atléticos Baleares, Badalona y Ebro. Lo mejor de la jornada es que los de Tevenet continúan en promoción, el problema es que el líder Barcelona B ya se ha escapado a siete puntos, cuando ahora llegan dos partidos seguidos en el Rico Pérez.