En una Segunda B tan cruda, en la que es tan complicado atraer a patrocinadores y conseguir ingresos económicos, una eliminatoria contra un conjunto que disputa competición europea es un oasis en mitad del desierto. El trabajo ya está hecho después de que el Hércules dejará atrás a Andorra, Cartagena y Cornellà. El bombo se portó bien y ha emparejado a los blanquiazules con el todopoderoso Barcelona.
El Hércules, atendiendo a los registros económicos de las últimas visitas de los grandes transatlánticos del fútbol español al Rico Pérez, en la temporada 2010/11 en la que el equipo militó en Primera División, estima que podrá conseguir unos ingresos que oscilan entre los 600.000 y los 800.000 euros. Con un rival como el entrenado por Luis Enrique, los dirigentes blanquiazules consideran que será muy difícil no llevar al estadio a un mínimo de 20.000 espectadores. También tendrá que observarse con atención la política de precios que fija el club para el encuentro del 30 de noviembre.
Entre la algarabía que ha despertado la buena trayectoria en la Copa, el presidente herculano no olvida que el verdadero objetivo dentro de la temporada es conseguir el ansiado retorno al fútbol profesional, algo que no se ha logrado en los dos últimos años. «Al margen del sorteo tenemos que tener presente que el domingo disputamos un encuentro importante en L'Hospitalet y que tenemos que ascender de categoría», concluye Parodi.
