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José Emilio Munera

¿Cuarto poder?

J. E. Munera

Legítimo derecho a soñar

«Sí, sí sí, nos vamos a Madrid», cantaban, eufóricos, los jugadores del Hércules anoche camino del vestuario tras eliminar al Cornellà. El conjunto alicantino se ha ganado a pulso su derecho a soñar con un grande en el sorteo de mañana para los dieciseisavos de final de la Copa. Después de dos eliminatorias a domicilio -Andorra de Teruel y Cartagena-, el equipo de Tevenet superó ayer la tercera ronda en un duelo jugado con más oficio que buen fútbol, pero en el que siempre se sintió y fue superior al cuadro catalán, bien organizado para defender, pero con problemas para crear peligro ante Iván Buigues, que volvía bajo los palos. Sigue en vías de mejora el cuadro blanquiazul, que tuvo las mejores ocasiones del partido, supo administrar su ventaja y sólo sufrió algo los 10 últimos minutos tras un despiste defensivo colectivo que permitió al Cornellà volver al partido cuando ya jugaba con 10 y el Rico Pérez le daba vueltas al bombo en el que estarán Madrid, Atlético, Barça, Sevilla, Athletic Club, Villarreal y Celta. Además de en la portería, apostó Tevenet por otras tres rotaciones para dar vuelo y minutos a Miñano, Gaspar y Mainz en lugar de Espinosa, Chechu Flores y Berrocal. Al tiempo que administra los esfuerzos para las dos competiciones, el técnico sevillano quiere a todos los jugadores implicados. Con Checa como seguro de vida en el centro para acudir a todas las coberturas, el Hércules se desplegó bien por las dos bandas: Nieto muy mejorado e incisivo y otra gran tarde de Peña. Pudo marcar Mainz en el arranque y acosaron los blanquiazules con cinco corners seguidos, pero el equipo tuvo otra caída de tensión y casi se adelanta el Cornellà en el minuto 23 en su única llegada con peligro al margen del gol. Cuando peor estaban los de Tevenet, una falta del portero Marcos en un saque de puerta propició el 1-0 en un libre indirecto ejecutado a la perfección por Miñano para el gol de Javi Flores. Volvió a crecerse el conjunto alicantino tras el descanso con Nieto desatado por la banda derecha hasta que el extremo fabricó la jugada definitiva del penalti y expulsión del central Uche, de lo mejor del Cornellà. Pese al susto final del tanto visitante, y con más problemas de la cuenta para mantener la posesión en superioridad, el Hércules se sintió seguro de la victoria y de su legítimo derecho a soñar a lo grande.

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