Dos conexiones precisas y letales de los jienenses Juanma Espinosa y Chechu Flores permitieron anoche al Hércules sumar la cuarta victoria de la temporada y derribar el muro defensivo de un Lleida que dejó trazas de buen equipo, pero que apenas dio trabajo a Chema. Este triunfo, muy importante, da al Hércules siete puntos de los últimos nueve, lo que le coloca a las puertas de la zona de promoción y le permite tomar impulso de cara al trascendental duelo copero del miércoles ante el Cornellà (18.00), que puede salvar la temporada económicamente ya que pasar de ronda tiene el premio es el emparejamiento con un rival de competición europea: Real Madrid, Barcelona, Atlético, Athletic, Sevilla, Celta o Villarreal.

No es casualidad que el crecimiento del Hércules coincida con su versión más seria, sin las concesiones en defensa de los primeros partidos del curso. Ayer encadenó su tercer encuentro con la portería a cero y este equipo de Tevenet posee muchos argumentos ofensivos para desequilibrar los duelos cerrados, sobre todo en el Rico Pérez. Ayer no fue fácil y, de hecho, los pitos acompañaron a los blanquiazules cuando se marcharon a los vestuarios al término de la primera parte.

Pese a que Tevenet advirtió el viernes de que el Lleida querría discutirle la posesión al Hércules, el Hércules fue el único equipo que llevó la voz cantante en el primer acto. Pero los catalanes, muy replegados en su 4-4-2 y con el objetivo de hacer daño a la contra, apenas pasaron apuros en un primer acto en el que los blanquiazules fueron claramente de más a menos y no dispararon entre los tres palos de Campos.

Con Chechu desconectado y Javi Flores muy poco participativo, todos los ataques llegaban por la banda de Dalmau y Nieto. El lateral Quintillà vio pronto la amarilla, pero las incursiones apenas entrañaban peligro. El mejor centro de Nieto, en el 14', fue despejado por Valiente en el área pequeña cuando Javi Flores se disponía a rematar de cabeza.

El Hércules perdió fuelle con el paso de los minutos y llegó al descanso con malas sensaciones, con sus jugadores cabizbajos y música de viento en la grada.

Como ya sucediera en el Rico Pérez ante el Llagostera, los blanquiazules pusieron una marcha más en el segundo acto y la presión alta dio sus frutos. Avisó Chechu Flores con un cabezazo a centro de Nieto que no encontró portería. Y en el 56' llegó el 1-0 tras un gran recuperación de Juanma Espinosa en el centro del campo. El jienense fue vertical y sirvió un balón de oro a Chechu por detrás de los centrales. Su paisano dribló al portero en su salida y marcó un gol que valía su peso en oro por lo que había costado. Con el marcador en contra, el Lleida se veía obligado a cambiar de planteamiento y a asumir riesgos en la salida de balón y sólo seis minutos después llegó el 0-2. El batallador Berrocal ganó un duelo aéreo y Chechu Flores, también de cabeza, se hizo un autopase que le dejó solo ante Campos tras una arrancada imponente. El extremo cedió generosamente a Espinosa, que se incorporó con ambición a la acción. Y el mediocentro definió con mucha clase, al sortear a su oponente con un control con la derecha y marcar después con la izquierda.

El partido murió con el 2-0 pese a quedaba media hora por delante, fundamentalemente porque el Lleida de Siviero nunca creyó en la remontada y porque este Hércules ahora ha adquirido la sana costumbre de no conceder nada a sus rivales. Con dos centrales muy agresivos como Pol Bueso y Fernando Román, dos laterales serios (Dalmau y Peña) y un mediocentro Checa que trabaja lo indecible, cerró el partido sin sufrimiento. Ahora toca reponer fuerzas y afrontar con la máxima ambición el choque copero del miércoles.