¿Cuáles son sus sensaciones tras las primeras semanas de trabajo con el Hércules?
Muy buenas, positivas. Estoy viendo a los compañeros predispuestos. El equipo tiene ganas de aprender del entrenador, de coger sus conceptos y la forma física para competir. A los resultados de los partidos de pretemporada no le damos mucha importancia. El más exigente fue el que jugamos contra el Rayo Vallecano y supimos sufrir y llevar el juego a nuestro terreno.
¿Qué le pide Tevenet?
Lo mismo que a todos, que ofrezca el máximo y que viva al día. Sabe que vamos a jugar según entrenemos. Estoy aprendiendo mucho de él y de los grandes compañeros que tengo al lado. Disfruto estando en un equipo como el Hércules. He jugado en buenos clubes pero en ninguno con tanto peso.
A usted le han fichado para que sea un jugador clave en la nueva plantilla herculana...
Cuando me ficharon, me comentaron que el único objetivo del club es ascender a Segunda. Veo que hay ilusión y yo también la tengo. Vamos a sufrir, esto cuesta mucho, no se asciende en la primera jornada. Somos el Hércules pero tenemos los pies en el suelo. Vengo a sumar todo lo que pueda y a aprender de los demás. Aquí estamos Omgba, Miñano, Juanma Espinosa y yo, somos cuatro jugadores para dos plazas pero lo importante es el equipo, no quién juegue.
En esta pretemporada le estamos viendo jugar de central...
He jugado en bastantes ocasiones de central. Estoy para lo que quiera el entrenador en cada momento. Si tengo que jugar ahí, lo haré encantado. Pero están Román y Rojas, que tienen calidad. Y Pedro Inglés también nos puede aportar mucho.
¿Cuál es la clave para subir?
La unión del grupo, estar tranquilos entre nosotros. En el UCAM fuimos segundos casi toda la temporada y hasta las últimas jornadas no conseguimos el liderato. Pasamos malas rachas y ahí fue cuando el grupo tiró del equipo. Tenemos claro lo que queremos hacer y eso nos va a dar los resultados.
Tras lograr el ascenso con el UCAM, ¿qué pasó con usted?
Tuve que tomar una decisión difícil. Quería jugar en un gran club y el Hércules me ofrecía esa posibilidad. En el UCAM no lo entendían pero yo tenía ganas de fichar por el Hércules, un equipo con una afición enorme. No quería perderme esta experiencia. Creo que acerté con mi decisión y ahora espero ascender. He preferido jugar aquí antes que en Segunda División. No he venido por dinero porque en Murcia habría ganado más. Lo he hecho por la afición y por sentir la presión de estar obligado a subir.
Empezar bien la temporada será fundamental para ello...
Es lo más importante. El Hércules no lo ha hecho en los dos años que lleva en Segunda B aunque luego ha tenido opciones para subir hasta el final. Es muy positivo ser primero de grupo pero el objetivo es el ascenso, da igual que acabemos terceros o cuartos. Si que somos conscientes de que siendo primeros tendremos más opciones.
¿Cuáles serán sus rivales?
El Alcoyano está fichando muy bien, con los jugadores que se ha llevado del Hércules. Habrá filiales fuertes y los equipos catalanes van a dar guerra, con el descendido Llagostera a la cabeza. Tendremos que luchar cada partido durante los 90 minutos porque si no, podemos perder contra cualquiera. Los tres puntos valen igual, no importa en el campo que se consigan.
¿El nuevo balón es tan malo como se está comentando?
Es malo, estoy con mis compañeros, notamos la diferencia. El balón de los equipos de Primera y Segunda es mucho mejor. Tiene importancia porque todo nuestro trabajo depende de él. Es algo contra lo que nosotros no podemos hacer nada. Ha sido una equivocación de la Federación pero no lo veo como un menosprecio. Espero que rectifiquen por el bien del fútbol.
¿Ha hablado con Pol Bueso?
He hablado con él aunque es un jugador que pertenece al UCAM. Si viene aquí sé que nos ayudará mucho. Sumará al equipo y es de los futbolistas que lo da todo por los compañeros. En este tipo de plantillas es importante contar con hombres que puedan participar en varias posiciones. El club se ha movido muy bien este verano. Ese trabajo corresponde a Barroso y Portillo y yo no me meto donde no me toca.
