La derrota por la mínima (1-0) sufrida por el Hércules en Cádiz ha espoleado a la masa social blanquiazul. Lejos de cundir el desánimo o el pesimismo, la ilusión por la remontada provocó que ayer se registraran largas colas en las taquillas del Rico Pérez. Ya se han vendido más de 14.000 entradas y la utopía de llenar un estadio con capacidad para 29.800 espectadores ya no parece tan lejana.

Por lo pronto, el coliseo blanquiazul registrará la mejor entrada de la temporada. Y la ocasión la merece, ya que la remontada valdría un ascenso a Segunda División y el 1-0 es un marcador muy ajustado.

«Por supuesto que creemos en la remontada, el Cádiz no demostró ser mejor que el Hércules en la ida. El Rico Pérez tiene que llevar en volandas a los futbolistas y por eso hemos venido aquí esta misma mañana», aseguraban ayer un grupo de amigos mientras hacían cola en el Rico Pérez.

Capítulo aparte merecen los 300 seguidores alicantinos que se desplazaron hasta el Carranza y arroparon a su Hércules en un ambiente hostil. El autobús de los aficionados llegó ayer a las 8.30 horas tras una noche demasiado larga en carretera y los futbolistas están especialmente agradecidos por su esfuerzo. «Lo primero que quiero hacer es dar gracias a la afición y desearle buen viaje, ha sido impresionante», señaló el mediapunta Javi Flores mientras abandonaba el vestuario del Carranza.

Expectación

El Cádiz-Hércules también se vivió con una extraordinaria expectación en Alicante gracias a la retransmisión de informacióntv. La pantalla gigante instalada por el Ayuntamiento en Luceros convirtió este punto neurálgico en un pequeño Rico Pérez. El gol del exherculano Carlos Calvo en el minuto 85 heló el ánimo de toda la ciudad, pero, con el paso de las horas, esa rabia parece haberse transformado en ilusión por la remontada.

«Estoy convencido de que nuestra afición jugará un papel fundamental el domingo. Tenemos potencial para darle la vuelta a la eliminatoria y estoy convencido de que lo lograremos, ojalá acabemos todos en Luceros», afirmó ayer el director deportivo Dani Barroso, agotado por la tensión vivida en Cádiz.

Ayer comenzó también la venta de entradas y viaje en autobús en las oficinas del club gaditano. Sus seguidores quedarán ubicados en la Grada del Mundial y no hay límite de localidades para los aficionados visitantes, aunque en el Hércules estiman que cerca de medio millar se desplazará debido a que el lunes es laborable, el choque comienza a las 21.00 y hay unas siete horas por carretera entre ambas ciudades.

Por último, la Comisión Ativiolencia declaró ayer de «alto riesgo» el partido de vuelta, que coincide con las elecciones generales. El club pidió permiso a la Subdelegación de Gobierno para jugar el domingo y recibió el visto bueno pertinente.

El Hércules prefería disputar este sábado el partido de vuelta, pero la Eurocopa de Francia truncó sus planes. Si España acababa primera de grupo (como todo parece indicar) disputará su cruce de octavos el sábado a las 21.00 y la Federación no permite compartir horario. Y el Hércules tenía claro que no estaba dispuesto a jugar a las 19.00 debido al calor.