Valentín Botella Ros (66 años), vicepresidente del Hércules, cuenta los días para que comience la promoción de ascenso. Aún sueña con ocupar la primera plaza que acortaría mucho el camino, pero asume con resignación que es muy complicado que el Reus y el Villarreal B «pinchen» en la última jornada ante rivales que no pelean por nada como el Cornellá o el Espanyol B. Ve con buenos ojos el nombramiento de Juan Carlos Ramírez como apoderado y nuevo hombre fuerte del Hércules y también se congratulo del estreno del alcalde Gabriel Echávarri en el palco del Rico Pérez.
¿Se ha quitado un peso de encima con la clasificación matemática para a promoción a falta de una jornada?
Siempre tranquiliza llegar a la última jornada con los deberes hechos, ya que el año pasado sábado sufrimos mucho en Mallorca. Pero aún no hay nada conseguido y nadie se puede desconectar porque las cuatro plazas están todavía sin dueño.
El cálculo de probabilidades le da al Hércules sólo un 7,4% de acabar campeón...
Es muy difícil, ya lo era la pasada jornada. Nosotros ganamos pero también lo hicieron el Villarreal B y el Reus, que siguen por delante. Ahora ellos se enfrentan a rivales que no se juegan nada y aún es más complicado que se dejen algún punto. Pero puede pasar de todo en el deporte, nosotros tenemos la obligación de ganar a un Llosetense ya descendido y ver hasta dónde nos lleva eso.
¿Es más optimista con esta plantilla que con la de la temporada pasada?
Sí, es más amplia y el bloque está consolidado, es algo lógico teniendo en cuenta que el año pasado se hizo el equipo desde cero porque tras el descenso prácticamente el vestuario se vació. La temporada pasada fue muy dura, con muchas lesiones, y aún así el equipo dio su verdadero nivel en el momento de la verdad. Eliminamos a un histórico como el Real Murcia y debimos también superar al Cádiz, pero las decisiones erróneas de un árbitro lo impidieron.
¿Le gustaría repetir ese emparejamiento para quitarse esa espina?
Sí, el cuerpo me lo pide. Fue muy duro ver cómo nos echaron de esa manera cuando fuimos claramente superiores al Cádiz, tanto en el Rico Pérez como en el Carranza. Pero no sé qué nos deparará el sorteo del lunes, ojalá sea imposible porque hemos quedado primeros, nada me haría más ilusión.
Casi 10.000 espectadores acudieron al Rico Pérez ante el Olot, ¿le alegra especialmente que la grada vuelva a tener color?
A todos los que formamos parte del club nos gusta ver a nuestra afición vibrar porque se lo merece, ha sufrido mucho, hace seis años el equipo estaba en Primera y ahora en Segunda B, es normal la desilusión. Nuestra gente no se merece más penurias. Pero se percibe otro ambiente en la ciudad y los 10.000 que vinieron el otro día estaban entregados, el ambiente fue buenísimo. Y aunque el partido fue feo, estuvieron siempre al lado del equipo, yo creo que valoran el gran final de temporada que están haciendo. Lo mejor está por venir, estoy seguro. Llevamos tres meses sin perder y todo pinta bien.
Juan Carlos Ramírez tiene ahora más poder en el Hércules tras ser nombrado apoderado. ¿Cómo valora este cambio de rol?
Ahora tiene más responsabilidad y me parece bien que esté en un nuevo cargo, está haciendo un esfuerzo importante, pero no sólo él, también Paco Méndez o yo. Mi relación con Ramírez es buena, todos buscamos lo mejor para el Hércules.
El alcalde Gabriel Echávarri se estrenó el sábado en el palco del Rico Pérez, ¿qué le parece su cambio de postura?
Me alegro de que haya rectificado y se siente en su sitio como máximo representante de esta ciudad. Todos debemos remar juntos en este tramo final de Liga porque si el Hércules asciende se acabarán todos los problemas económicos y se podrán construir proyectos ilusionantes. Pero para eso es clave dar el salto de categoría.
